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Las fuerzas de Irán dispararon misiles contra bases que albergan militares estadounidenses en Irak el miércoles, en respuesta al asesinato de un prominente comandante de la república islámica, lo que agravó una confrontación con Washington que podría desencadenar un conflicto a escala mayor en Oriente Medio.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, que se dirigió a los iraníes que coreaban “muerte a Estados Unidos” en una marcha, dijo que los ataques eran “una bofetada en la cara” para Washington, cuyas tropas deben abandonar la región.

El ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, dijo que Irán había tomado “medidas proporcionales” en defensa propia y que no buscaba escalar la confrontación. La próxima fase parece estar ahora en manos de Washington.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ordenó un ataque con drones para matar al general Qassem Soleimani en Bagdad el viernes, dio una respuesta inicial en Twitter que sonó más bien moderada: “¡Todo está bien!”.

Se estaban evaluando los daños y posibles víctimas tras el ataque iraní y Trump hará una declaración más tarde en el día.

Trump, que enfrenta un procedimiento de juicio político desde diciembre y que este año buscará la reelección, advirtió el fin de semana que Estados Unidos tenía identificados 52 objetivos iraníes que podrían ser atacados si Irán tomaba venganza por la muerte de Soleimani.

NÚMERO DE MUERTOS NO ESTÁ CLARO

La televisión estatal dijo que Irán lanzó 15 misiles balísticos desde su territorio hacia objetivos estadounidenses en la vecina Irak. Las bases de al-Asad y otra instalación militar de Erbil recibieron impactos, informó el Pentágono.

Una fuente dijo que las primeras informaciones indicaban que no había víctimas entre los estadounidenses, aunque otras autoridades del Gobierno se negaron a comentar el asunto.

Los reportes de medios en Irán dijeron que 80 “terroristas estadounidenses” habían muerto y que helicópteros y equipos militares de Washington resultaron dañados. No revelaron sus fuentes para confirmar esos datos.

Alemania, Dinamarca, Noruega y Polonia dijeron que ninguno de sus efectivos en Irak resultó herido. Reino Unido, que también tiene militares desplegados en la nación de Oriente Medio, condenó las acciones de Irán. Las fuerzas iraquíes tampoco sufrieron bajas.

Más de 5.000 efectivos permanecen en Irak junto a otras tropas extranjeras como parte de una coalición que ofrece entrenamiento y apoyo logístico a las fuerzas iraquíes frente a la amenaza de los militantes del Estado Islámico.

“Tras evaluar la situación y nuestra respuesta, tomaremos todas las medidas necesarias para proteger y defender al personal militar de Estados Unidos y a sus socios y aliados en la región”, dijo el portavoz de Pentágono, Jonathan Hoffman.

En Teherán, Jamenei dijo en un discurso televisado: “Las acciones militares como ésta no son suficientes. Lo importante es terminar con la presencia corrupta de Estados Unidos en la región”, en referencia a la demanda de la república islámica de que Washington retire todas sus fuerzas de Oriente Medio.

La mañana del miércoles, los precios del petróleo recortaban sus alzas de la madrugada, al disiparse el vértigo de los mercados tras las primeras informaciones del ataque iraní.

Analistas dijeron que la tensión de los mercados se mantendrá contenida siempre y cuando no se afecten las operaciones de producción y distribución de crudo de la región. Además, consideraron que las primeras reacciones de Irán y Estados Unidos no apuntaban a una inmediata escalada del conflicto.