FUENTE: MARCA

Fue el mejor día de Fernando Alonso como piloto de rally-raid, con un sensacional segundo puesto en la octava etapa del Dakar (un bucle de 477 km con salida y llegada en Wadi Al Dawasir), y una jornada positiva para Carlos Sainz, porque salvó los muebles en un día que pintaba muy complicado para él.

Alonso fue la sensación del día. Tuvo de nuevo un alto ritmo sostenido durante toda la etapa. Ayer ya se olía que saliendo algo más retrasado podía tener buenas opciones y planteó el ataque. Le salió bien. Se mantuvo entre los seis primeros en todo momento y al final metió ese ‘apretón’ que anunció ayer y consiguió un extraordinario segundo puesto en la etapa, sólo por detrás del competitivo buggy del francés Mathieu Serradori.

Alonso, que sufrió un pinchazo en el kilómetro 350, se puso segundo a falta de 50 kilómetros para el final aprovechando los problemas de Al-Rajhi, Bin Seaidan y Terranova en una zona de dunas. Si Serradori hubiese cometido algún fallo en esos últimos kilómetros, la victoria hubiese sido al bicampeón del mundo de Fórmula 1, pero ese error no llegó y fue el francés el que saboreó por primera vez las mieles de un triunfo de etapa en el Dakar.

Sainz minimiza daños

La victoria en la etapa de ayer y la suspensión de la jornada para las motos y los quads por el fallecimiento de Paulo Gonçalves dejó a Carlos Sainz y Lucas Cruz ‘solos ante el peligro’: abriendo pista sin tener ni siquiera las trazas de las motos, una primera guía con la que habitualmente cuentan los coches.

Y eso se notó, porque Sainz perdió mucho tiempo al inicio. De hecho, en apenas 100 kilómetros su principal rival por la victoria en el Dakar, Nasser Al-Attiyah ya le había dado caza y abierto algo de distancia. El español se había encallado en una duna antes de la neutralización, perdiendo en torno a los 8 minutos, lo que hizo que tanto el catarí como Peterhansel le pasaran.

Sainz atacó en ese instante para poder volver llegar a ese grupo, recuperó distancias y se mantuvo cómodamente detrás de ellos, sin tomar riesgos y dando por buenos los tres minutos cedidos con Nasser y los seis con Peterhansel.

En el tramo final Al-Attiyah cometió un pequeño error al encallarse en una duna que le devolvió el mando a Sainz, que a su vez perdió tiempo al final en un punto complicado del roadbook.

Sea como fuere, la etapa acabó con un panorama que bien podría haberse predicho ayer: Sainz se dejó 6:04 con Peterhansel y 3:20 con Al-Attiyah, un tiempo considerable pero escaso si tenemos en cuenta la dificultad que tuvo que afrontar hoy con la navegación. Y lo más importante, de nuevo no cometió errores… y ya queda un día menos para el final.

Así acabó la etapa:

Y así va ahora la general: