Investigadores de Zúrich diseñan una máquina que permite mantener vivos estos órganos fuera del cuerpo hasta una semana entera
FUENTE: EL MUNDO
Investigadores de Zúrich han creado una máquina capaz de reparar hígados humanos dañados y mantenerlos vivos fuera del cuerpo hasta una semana entera. A día de doy, se pueden preservar sólo unas horas, alrededor de nueve. Esto significa que con este avance, aumentaría el número de órganos disponibles para trasplantes y se salvarían muchas más vidas de personas con enfermedades hepáticas graves y cáncer.
Y todo, gracias al rescate de hígados lesionados que en la práctica actual no se utilizarían nunca para realizar un trasplante. Con la nueva tecnología de perfusión desarrollada en Suiza, estos órganos pueden recuperarse completamente, a través de la reparación de lesiones preexistentes, la limpieza de depósitos de grasa o incluso la regeneración de hígados parciales.
Según el estudio que acaba de publicar la revista ‘Nature Biotechnology‘, seis de 10 hígados humanos que habían sido rechazados para trasplantes en distintos centros de Europa recobraron su normalidad después de haber sido perfundidos durante siete días.
La clave se encuentra en este «complejo» sistema de perfusión, que «imita la mayoría de las funciones corporales, incluida la gestión automatizada de los niveles de glucosa y la oxigenación, la eliminación de productos de desecho y el control del hematocrito», tal y como explican los autores, de la Universidad y del Hospital Universitario de Zúrich y del centro de investigación Wyss y la escuela técnica ETH, también de la ciudad más grande de Suiza. «Empezamos con hígados de cerdo y cuando comprobamos la viabilidad sin necesidad de productos sanguíneos adicionales, pasamos a los órganos humanos».
Tras conservarse durante una semana en un medio similar a su situación fisiológica dentro del organismo, los órganos mostraron una función preservada y una estructura hepática intacta en el análisis histológico.
Esta solución «nos permitiría regenerar hígados no válidos», subraya Beatriz Domínguez-Gil, directora de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Dado que la edad media del donante en España es de 60 años y un tercio de ellos está en asistolia, alrededor de un 20%-30% de los hígados no cumplen los estándares para el trasplante». Con este sistema, «aparte de facilitar un mayor tiempo de preservación del órgano, se recuperarían los órganos que hoy en día se rechazan». Domínguez-Gil recalca la «enorme utilidad de estos trabajos», aunque recuerda que «aún es muy preliminar».
Casi cinco años han pasado desde que este grupo de cirujanos, biólogos e ingenieros iniciaron este proyecto que ha dado estos buenos resultados. «Nuestra propuesta abre un gran camino para muchas aplicaciones que ofrecen una nueva vida para muchos pacientes con enfermedad hepática o cáncer en etapa terminal», señalan los investigadores. No obstante, agregan, «será necesario realizar pruebas con hígados de mayor calidad y el trasplante de dichos órganos perfundidos en receptores humanos».
En la actualidad, el hígado humano se mantiene fuera del cuerpo sólo unas nueve horas, máximo 12. Habitualmente se almacena en hielo, con una solución conservante a temperaturas entre cuatro y ocho grados centígrados. El órgano sobreviviría más tiempo a menos grados, pero con el riesgo de causar graves daños.