FUENTE: EFE

¿Qué pensaría si las estrellas que ve en el cielo se movieran en fila ante sus ojos? Pasó el lunes sobre La Palma, ha ocurrido dos veces más en el último año en otros lugares del mundo y representa toda una pesadilla para los astrónomos: Son los primeros satélites de la red StarLink de Space X.

No eran ni las 19.30 de la tarde, anochecía y Antonio González y su amigo José Antonio Fernández, dos aficionados a la astronomía, habían subido al Llano de las Brujas, en el municipio de El Paso, a contemplar el espectáculo que otros ya habían descrito en varios lugares del mundo cada vez que Space X lanza sus satélites.

El empresario Elon Musk se ha propuesto desplegar a lo largo de los próximos años una red privada de cientos de satélites en una órbita relativamente baja que garanticen la conexión a internet a alta velocidad en cualquier lugar del mundo. Estés donde estés, en el Himalaya, en mitad del Sáhara, en el Amazonas o en pleno océano.

Ya hay 200 satélites

De momento, su empresa Space X lleva lanzados casi 200 de esos satélites, en tres oleadas, la primera en mayo de 2019, la segunda en diciembre y la tercera hace solo unos días, el 7 de enero. Y sus planes son llegar a lanzar unos cuantos miles de esos pequeños satélites, toda una «constelación» a 500 kilómetros de altura.

González y Fernández fueron testigos en La Palma de cómo se desplegaron los 60 satélites de la tercera oleada de la red SmartLink, cuando todavía estaban en una órbita muy baja (300 kilómetros) y en un momento (el atardecer) en el que sus paneles solares reflejan a plena potencia la luz del sol. «Brillan tanto como la estrella más brillante del cielo», relata Antonio González.

Este aficionado a la astronomía grabó esa noche en el Llano de las Brujas un vídeo espectacular. De repente, unas pocas estrellas cobran más brillo que el resto, comienzan a moverse formando filas y cruzan el firmamento dejando con la boca abierta a cuantos miran.

El vídeo se grabó con una cámara normal, no con un telescopio (de hecho, debajo del cielo se ven los pinos de esa zona de La Palma), y no es un «timelapse» de miles de imágenes encadenadas en exposición de horas y horas. Es imagen en tiempo real.

«¡Qué bárbaro! ¡Una cosa es contarlo y otra verlo!», se escucha decir a Antonio González.

El autor de esas imágenes ha contado a Efe que su amigo y él estaban absolutamente «emocionados» en ese momento, porque el espectáculo es «increíble». Lo corrobora Daniel López, uno de los astrofotógrafos más prestigiosos de Europa, que colabora en La Palma y Tenerife con el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC).

«La guerra de las galaxias»

«Es como ‘La guerra de las galaxias», relata Daniel López, que presenció en directo en diciembre desde Lanzarote la misma secuencia nocturna, con la segunda oleada de StarLink. Él no llevaba encima en ese momento teleobjetivos, lo vio a simple vista.

Y, después, revisando los «timelapse» que publica en el blog elcielodecanarias.com, comprobó que varios de los satélites de Space X se habían colado en sus vídeos. En su caso, al ser secuencias aceleradas, los Starlink aparecen en el cielo como disparos de un cañón láser. Por eso López recurre al símil de «Star Wars».

Estos dos astrofotógrafos han relatado a Efe la misma experiencia: tras la primera reacción de sorpresa, incluso de emoción, llega la preocupación.

Un problema para los atrónomos

«Te entra la bajona cuando piensas cómo va a ser esto cuando la empresa de Elon Musk siga desplegando su red y luego lo haga su competencia. Yo me dedico al astroturismo, como esto siga así, vamos a ver en el cielo satélites, no estrellas», dice Antonio González, que organiza rutas nocturnas con cielos-lapalma.es.

Daniel López coincide: «Puede ser la ruina para las imágenes que yo tomo y no te digo para los astrónomos profesionales».

Por su colaboración con el IAC, está al corriente de que astrónomos de todo el mundo se han quejado, preocupados, a Space X, porque temen seriamente que estropee las observaciones del espacio desde la Tierra. «No me quiero ni imaginar en qué se va a convertir el cielo cuando apuntes con el telescopio y solo veas rayitas moviéndose», dice.