El presidente de Colombia, Iván Duque, decretó el martes el estado de emergencia, una figura que le permite expedir decretos con fuerza de ley sin la autorización previa del Congreso, al tiempo que ordenó el aislamiento obligatorio de los adultos mayores de 70 años para contener la expansión del coronavirus.

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La Constitución Política de Colombia autoriza al presidente a declarar el estado de emergencia cuando surgen situaciones que alteran en forma grave e inminente el orden económico, social y ecológico del país, o que constituyan una grave calamidad pública.

“Ante las condiciones excepcionales que enfrenta el país, como presidente de la República y junto a todos los ministros del gabinete, hemos tomado la decisión de decretar el estado de emergencia”, dijo Duque en una alocución por radio y televisión.

El mandatario anunció que el miércoles expedirá un paquete de medidas económicas con base en el estado de emergencia.

No obstante, como primera medida ordenó es aislamiento preventivo obligatorio de los adultos mayores de 70 años.

“Para proteger a nuestros abuelos, hemos decretado el aislamiento preventivo obligatorio a partir del viernes 20 de marzo a las siete de la mañana, hasta el 31 de mayo. Todos los adultos mayores de 70 años deberán permanecer en sus hogares”, dijo Duque.

Sin embargo, los adultos podrán salir de sus casas solo para abastecerse de bienes de consumo y de primera necesidad, utilizar servicios de salud, adquirir medicamentos y acceder a servicios financieros.

INCUMPLIMIENTO CONTEMPLA CÁRCEL

El fiscal general, Francisco Barbosa, advirtió que las personas que incumplan los protocolos de salud para contrarrestar el COVID-19, podrán ser condenados a entre cuatro y 10 años de prisión.

La emergencia que declaró Duque le otorga facultades extraordinarias por un periodo inicial de 30 días, que se podrán prorrogar sin exceder 90, según la Constitución Política.

Las autoridades sanitarias de Colombia han reportado hasta el momento 75 personas infectadas por el COVID-19 pero no víctimas fatales, mientras intensifican las medidas para contener la enfermedad, calificada como una pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El COVID-19 ha infectado alrededor de 185.000 personas en 159 países y ha causado la muerte a más de 7.500 pacientes, según la OMS.

La ministra de Transporte de Colombia, Ángela María Orozco, admitió el martes la posibilidad de restringir aún más los vuelos internacionales e imponer limitaciones a los nacionales y a la movilización de pasajeros por tierra, como parte de sus esfuerzos para contener la expansión de la enfermedad.

Colombia ya prohibió el ingreso a su territorio por vía aérea de todos los ciudadanos extranjeros, con excepción de los residentes e integrantes de misiones diplomáticas, al tiempo que cerró todas sus fronteras terrestres, marítimas y fluviales.

Adicionalmente, suspendió las clases en escuelas, colegios y universidades, mientras prohibió todos los eventos públicos con un aforo de más de 50 personas.

Los gobiernos de todo el mundo han implementado medidas de contención draconianas, desde prohibir los viajes hasta las actividades deportivas, para contener el devastador impacto económico de la enfermedad, similar a la gripe y que se originó en China.