Los Juegos Olímpicos de Tokio fueron aplazados el martes hasta 2021, la primera vez que se posterga el evento en los 124 años de su era moderna y la última gran víctima deportiva que se cobra este año la crisis del coronavirus.
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Aunque se trata de un gran revés para Japón, que invirtió 12.000 millones de dólares en la preparación, la decisión fue un alivio para miles de deportistas, que intentaban seguir entrenando en un mundo cada vez más confinado para combatir una enfermedad que ha causado más de 16.500 muertes.
La presión había estado acumulándose sobre el Comité Olímpico Internacional (COI) y su presidente, Thomas Bach, en medio de las críticas de deportistas y federaciones por el tiempo que estaba tardando en adoptar la decisión.
Tras una llamada con Bach, el primer ministro de Japón, Shinzo Abe, dijo que el evento -previsto entre el 24 de julio y el 9 de agosto- será reagendado a más tardar para el verano boreal de 2021, como prueba de la victoria sobre el virus.
La llama olímpica, encendida en la ciudad griega de Olimpia y llevada a Japón para el ahora cancelado relevo de la antorcha, permanecería en la nación anfitriona como un símbolo de esperanza.
“El deporte no es lo más importante en este momento; preservar la vida humana sí lo es”, dijo Bach. “Esta llama olímpica será la luz al final de este túnel”.
Aunque es el primer aplazamiento de unos Juegos Olímpicos, lo cierto es que fueron cancelados varias veces durante el siglo XX, con ocasión de las dos Guerras Mundiales. Asimismo, hubo un boicot en tiempos de la Guerra Fría a Moscú 1980 y Los Ángeles 1984.
EMOCIONES ENCONTRADAS
Los deportistas estaban decepcionados, pero apoyaron en general el atraso, debido a los riesgos a la salud y la disrupción de sus calendarios de entrenamiento, ya que gimnasios, estadios y piscinas están cerrados en todo el mundo.
“Humanamente es lo mejor pues con esta pandemia los atletas están en un constante estrés y no se han podido concentrar bien en su preparación. Es una decisión responsable”, dijo el exatleta cubano Javier Sotomayor, campeón olímpico en salto alto en Barcelona 1992.
En una línea similar se mostró el presidente del Comité Olímpico de Argentina.
“Las preocupaciones hoy son otras, todo lo demás pasó a un segundo plano. Nosotros ya les dijimos a los atletas que no van a tener entrenamiento por mucho tiempo. (Los Juegos Olímpicos) son 33 campeonatos mundiales juntos. No están dadas las condiciones para los atletas”, dijo Gerardo Werthein.
El brote de coronavirus se ha desatado en todo el mundo, infectando a casi 380.000 personas y aniquilando el calendario deportivo internacional.
Aunque 2021 parece estar sobrecargado de actividades deportivas tras la serie de cancelaciones anunciadas este año, World Athletics, el ente rector del atletismo, dijo que está dispuesto a cambiar sus campeonatos mundiales, programados para agosto de 2021 en Oregón, para dar paso a los Juegos Olímpicos.
Aún no está claro si los atletas que ya habían asegurado un cupo en Tokio, que son más de la mitad de los que debían competir, tendrán que volver a someterse a pruebas de clasificación.