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El primer ministro británico, Boris Johnson, ingresó el domingo a un hospital para ser examinado tras mostrar síntomas persistentes de coronavirus 10 días después de dar positivo, aunque Downing Street descartó que se tratara de una emergencia y calificó la medida como de “precaución”.
El político conservador, que se encontraba aislado en Downing Street después de dar positivo el mes pasado, todavía tenía una temperatura alta y sus médicos consideraron que debía acudir al hospital para hacerse las pruebas. Seguirá a cargo del gobierno británico, dijo su oficina.
“Siguiendo el consejo de su médico, el primer ministro ha sido ingresado esta noche en el hospital para hacerse pruebas”, informó Downing Street.
“Esta es una medida de precaución, ya que el primer ministro continúa teniendo síntomas persistentes de coronavirus diez días después de dar positivo por el virus”, agregó Downing Street.
La noticia de su hospitalización llegó solo una hora después de que la reina Isabel llamó al pueblo británico a superar juntos el brote de coronavirus.
Johnson, de 55 años, se convirtió el 27 de marzo en el primer líder importante a nivel mundial en anunciar que había dado positivo. Se aisló en Downing Street y dijo el viernes que permanecería recluido porque todavía tenía la temperatura alta.
“Aunque me siento mejor (…) desafortunadamente todavía tengo uno de los síntomas, un síntoma menor. Aún tengo temperatura”, dijo un Johnson de aspecto cansado en un video publicado en Twitter el viernes.
Johnson ha enfrentado fuertes críticas por su tibia respuesta inicial al nuevo coronavirus, en un contraste con las medidas tomadas por otros líderes europeos importantes.
Sin embargo, cambió rápidamente el rumbo cuando proyecciones mostraron que unas 250.000 personas podrían morir en Reino Unido por la enfermedad.