Consideran que hay una oportunidad para que las nuevas cadenas de suministro globales tengan un soporte de tecnologías blockchain

FUENTE: COINTELEGRAPH

Según el profesor y doctor en Finanzas, Ismael Santiago Moreno, las cadenas de suministro que abastecen a buena parte del mundo están rotas, como consecuencia de la pandemia del Coronavirus Covid-19.

Desde España, Ismael Santiago Moreno dialogó con Cointelegraph en Español sobre lo que considera una oportunidad para que las nuevas cadenas de suministro globales tengan un soporte de tecnologías blockchain.

“El Covid-19 ha causado la primera gran crisis sanitaria global del siglo XXI, provocando verdaderos estragos en la economía y en la sociedad. El Coronavirus, fruto de la globalización, es también su principal amenaza. Su capacidad de contagio exponencial significa destrucción y muerte, sin atenerse a fronteras, razas, religiones o estatus sociales. La canciller Angela Merkel equiparó la situación actual al contexto de gravedad vivido durante la Segunda Guerra Mundial. Su homólogo francés, Emmanuel Macron, la ha calificado de guerra. El confinamiento impuesto para combatir la pandemia nos ha obligado a modificar drásticamente nuestra manera de trabajar, saludar, salir, relacionarnos, comprar y hasta de educar a nuestros hijos”, comentó Ismael Santiago Moreno, a manera de diagnóstico.

“El arresto domiciliario, derivado del estado de alarma impuesto para garantizar nuestra salud, nos está permitiendo medir la importancia de la libertad. De momento, todo parece indicar que cuando nos liberemos del enclaustramiento obligatorio, habrá cosas que regresarán a la situación anterior, pero muy alteradas, Otras, directamente, no regresarán” agregó luego.

Impacto en las empresas

Según este doctor en finanzas, la pandemia está impactando en la actividad económica: “Está acelerando la caída en el gasto de los consumidores y de las empresas, que están sufriendo paros en sus cadenas de suministros globales”.

Explicó que las cadenas de suministro son sistemas capaces de gestionar los flujos de información y materiales, desde el  proveedor hasta el cliente final. Esto es posible porque abarca las actividades asociadas con el tráfico y la transformación de bienes e información en todas sus etapas: aprovisionamiento, producción y distribución, principalmente.

“Al inicio del brote de coronavirus en Asia, las fábricas chinas decidieron ampliar las vacaciones del Año Nuevo Lunar para prevenir mayores contagios. Más tarde, las circunstancias obligaron al Gobierno chino a poner en cuarentena a millones de personas, con el fin de controlar la propagación del virus que se había originado en diciembre en Wuhan. Se restringieron los movimientos de las personas y se paralizó la actividad industrial”, recordó

Luego agregó: “La importancia del mercado chino, uno de los centros productivos más potentes del mundo, contribuyó a magnificar el impacto de la crisis sanitaria, convirtiéndose rápidamente en global. Las consecuencias no se hicieron esperar en las cadenas de suministro de todo el planeta. Especialmente, en las empresas que importan mercancías”.

Por otra parte, señaló que los gobiernos de todo el mundo empezaron a tomar medidas similares a China, limitando el libre movimiento de personas y mercancías. “La incertidumbre derivada del rápido crecimiento de contagios y de las cuarentenas, además de reducir la demanda global, provocó relevantes disrupciones en la cadena de suministro”, resaltó.

“Así, a día de hoy, el cierre de fábricas en China por el coronavirus amenaza con desabastecer a empresas de todo el mundo. Como consecuencia, las cadenas de suministro ligadas con el país asiático están forzando el cierre temporal de plantas de ensamblaje y producción en Estados Unidos y Europa”, añadió.

El escenario marcado por Ismael Santiago Moreno especificó que meses después del origen de la actual pandemia, los clientes de muchas empresas chinas, sin haber reabierto sus operaciones del todo, se están encontrado con cortes de suministro o problemas en la gestión de su stock.

“Si comparamos la crisis sanitaria del COVID-19 con otras anteriores, como el virus SARS en 2003, lo primero que vemos es que el SARS solo causó 8,000 enfermos. Hasta la fecha, las cifras del Covid-19 muestran 666,718 casos diagnosticados y 31,196 fallecidos por el coronavirus. Otro dato importante es el papel preponderante desempeñado por China en el comercio mundial, pasando de representar el 4,31% del PIB mundial al 16% actual”, explicó.

Cierres de fábricas

También recordó que una de las primeras personas en advertir de las consecuencias de una interrupción masiva en las cadenas de suministro mundiales por el coronavirus fue el profesor Yossi Sheffi, del Massachussetss Institute of Technology (MIT), quien explicó que nos encontrábamos ante una crisis donde el suministro de la base manufacturera más crítica del mundo estaba afectado. Igual que lo está el segundo mercado de consumo más grande del mundo.

Después, los medios de comunicación reflejaron los cierres de fábricas chinas y cómo afectaban a la oferta global de productos y a las cadenas mundiales de suministros de insumos y otras materias primas. En su condición de “gran fábrica del mundo”, la repercusión en las cadenas de suministros globales parecía previsible.

“Como consecuencia, el impacto del Covid-19 en las cadenas de suministros globales ha resultado notable durante el mes de marzo. Las plantas chinas que dejaron de fabricar provocaron graves problemas en los plazos de entrega. Lo que causó un incremento de cierres temporales de empresas dedicadas al ensamblaje y la fabricación en todo el mundo.

Reducción de costes para ser más competitivas Sin embargo, las compañías que presentan mayores vulnerabilidades son las que dependen en gran medida o exclusivamente de fábricas en China para la consecución de piezas o materiales. No hay que olvidar que muchas empresas apostaron por una estrategia de reducción de costes en la cadena de suministros, para ser más competitivas”, aclaró este doctor en Finanzas español.

“Esta coyuntura ofrece como resultado que cada vez que hay una interrupción en la cadena de suministros, la fabricación se detiene rápidamente debido a la falta de piezas. Además, aunque no se abastezcan de China, es probable que algunos de sus proveedores, o de los proveedores de sus proveedores, sí lo hagan. Siendo más que probable, que la posible falta de una pequeña pieza de una sola fuente, en algún lugar, pueda derribar toda una cadena de suministro. No se puede construir un coche con el 99% de las piezas”, agregó.

Siguiendo los análisis de Ismael Santiago Moreno, los países más afectados por la interrupción en las cadenas de suministros en China son Taiwán, Corea del Sur, Países Bajos, Hungría e Indonesia, entre otros. Los plazos de entrega también se están viendo gravemente afectados por el impacto del coronavirus.

“Otro de los problemas derivados de las cadenas de suministros dependientes de China es la calidad de los productos. Debido principalmente a la escasez de personal y a la presión para ponerse al día con los retrasos en la producción, algunos proveedores se han visto obligados a contratar trabajadores con falta de capacitación y experiencia en las tareas de cumplimiento con la fabricación. Esto también incluye a muchos ingenieros, directivos y mandos intermedios”, señaló.

Por otra parte, dijo que el impacto del Covid-19 también se ha dejado sentir en puertos, como el de Rotterdam. O en el de Los Ángeles, que  apuntó una reducción del volumen de carga del 25% en marzo. Las salidas desde los puertos chinos se redujeron un 20% en las últimas semanas. En Francia, la actividad portuaria descendió un 30%.

La limitación de entrada y salida de carga en puertos, aeropuertos y la congestión de éstos por limitación de medios de transporte y personal está ralentizando el retorno a la normalidad en China. A todas estas cuestiones hay que sumar la cancelación de rutas de navieras y los retrasos en las fronteras entre China y sus vecinos.

Estimaciones

El coronavirus se ha convertido en un problema económico de magnitud global, con las cadenas de distribución que parten de China como principal correa de transmisión.

Ismael Santiago Moreno enumeró diversos estudios internacionales que alertan sobre la situación y cómo afecta a diferentes sectores:

  • La consultora Kearney, que cifra en 352,000 millones de euros las pérdidas en las cadenas de suministro como consecuencia de la excesiva dependencia del mercado chino. Para Kearney, el parón productivo en países como China e Italia, como consecuencia del coronavirus, provocarán un efecto dominó, que se dejará sentir en las líneas de montaje, en las entregas y las roturas de stock. 
  • Oxford Economics estima una gran pérdida de producción global por la parálisis de la actividad industrial en China. Una cantidad que equivale al antiguo 1,3% de crecimiento económico mundial que se preveía para este año. 
  • Euromonitor International apunta que las industrias textiles, las de bienes de alta tecnología y las de artículos para el hogar son las que más afectadas verán su cadena de suministro.
  • Para BDO, los sectores que podrían verse más castigados en la industria española son el de automoción, textil, petroquímico o el de los juguetes. Según BDO, la participación de China en la producción mundial de la industria textil alcanzó el 54% en 2018. Esta cantidad fue del 46% en los productos de alta tecnología y de un 35% en los artículos para el hogar.
  • En España, el 9% de las importaciones provienen de China. En 2018 alcanzaron los 26.908 millones de euros, según datos del ICEX. Una cantidad que hace pensar que las cadenas de suministro de las empresas españolas también podrían verse afectadas gravemente.

Optimización de las cadenas de suministro

Respecto a la optimización de las cadenas de suministro en un mundo cada vez más incierto y volátil, algunos expertos recomiendan realizar mapas de procedencia de compras y planes de contingencia. Tener una lista de proveedores y de los proveedores de los proveedores permite entender el riesgo de cada uno de los miembros del mapa y poder diseñar estrategias de solución para cada caso. El coronavirus ha demostrado la vulnerabilidad que representa tener varios proveedores en una única localización o un solo proveedor.

Blockchain y posibles soluciones

En cuanto a las soluciones que puede aportar blockchain en situaciones de crisis como la actual, esta tecnología puede resultar clave para la futura gestión de las cadenas de suministro. Sobre esto, Ismael Santiago Moreno detalló: “En 2015, el Foro Económico Mundial vaticinó que en 2025, el 10% del PIB mundial se almacenaría en tecnologías blockchain. La consultora Minsait precisa que la cadena de bloques tendrá un gran impacto en áreas como trazabilidad y el reparto de última milla. También subraya un gran impacto en la propia gestión logística, el comercio internacional, los servicios postales y el transporte de mercancías mediante cualquier tipo de medio de transporte”.

Como reflexión final, señaló que, aunque blockchain aún está en fase de maduración, donde aporta mayores beneficios es en los casos donde la complejidad es mayor. También donde existe un fuerte grado de desconfianza entre los diferentes actores que intervienen en los procesos de logística integral, como ha demostrado la crisis del COVID-19.

“Zion Market Research predice que el mercado blockchain orientado a la cadena de suministro crecerá a una tasa de anual compuesta del 49%. Lo que supondría pasar de los 41 millones de dólares de 2017 a 667 millones en 2024”, finalizó.