FUENTE: CUIDATEPLUS
Una de las principales causas de ceguera, junto con la diabetes, es el glaucoma, una patología crónica y degenerativa que suele aparecer a partir de los 60 años. Según la Sociedad Española de Glaucoma (SEG), este problema ocular afecta a más de un 3% de la población, y suele estar relacionada con un aumento de la presión intraocular.
No obstante, según Julio Maset, médico de Cinfa, también tienen mayor probabilidad de padecerlo aquellas personas con antecedentes familiares, diabéticos y personas con miopía grave o con la córnea menos gruesa de lo habitual. “No todas las personas con hipertensión ocular desarrollan glaucoma, pero reducir esos niveles es la mejor medida para evitar su aparición. Por tanto, una detección precoz de alta tensión ocular puede evitar, en el futuro, una pérdida de visión”, asegura.
Maset recomienda seguir una serie de medidas que se deben adoptar para prevenir su aparición o para poder abordar la enfermedad de forma precoz y poder frenar al máximo la pérdida de visión. “Para empezar, es importante acudir regularmente a revisiones oftalmológicas. Al menos una vez cada lustro a partir de los 40 años, y desde los 65, una vez cada dos años”.
“Muchos ciudadanos solo visitan al oftalmólogo cuando muestran signos de enfermedad en su visión y en el caso de padecer glaucoma, la visión que se ha perdido ya no se puede recuperar pues actualmente no tiene cura. Por eso las revisiones son fundamentales, detectarlo a tiempo es fundamental para evitar su avance”, apunta Pedro Pablo Rodríguez Calvo, director de la Unidad de Glaucoma del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega.
Hábitos de vida saludables
También es importante llevar unos hábitos de vida saludables, con una dieta rica en antioxidantes y vitaminas: tomar frutas y verduras diariamente y reducir o eliminar el consumo de grasas animales es un paso importante. Además de beber agua de manera abundante, algo muy beneficioso para los pacientes de glaucoma con presión intraocular normal, y practicar ejercicio físico moderado de forma regular, que ayuda a evitar la presión ocular elevada.
Por otro lado, el especialista de Cinfa asegura que evitar el tabaco, moderar el consumo de café y controlar el estrés también son fórmulas efectivas para disminuir el riesgo de padecer hipertensión intraocular. Es recomendable cuidar la postura de descanso. Por ejemplo, elevando algunos centímetros la cabecera de la cama y no durmiendo boca abajo.
Como es lógico, una vez que empiezan a aparecer síntomas y para evitar que la enfermedad avance, se debe seguir escrupulosamente la medicación indicada por el especialista. “Hay que tener en cuenta que las personas con tensión ocular alta deben evitar los corticoides, incluyendo los tópicos, y los fármacos vasoconstrictores, y cambiar la posología si se dan bajadas de tensión nocturnas”, concluye Maset.
Nuevas opciones de diagnóstico y tratamiento
La Fundación de Investigación Oftalmológica (FIO), dependiente del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega (IOFV) de Oviedo, es una de las organizaciones españolas dedicada a la I+D para dar con nuevos métodos de diagnóstico y tratamiento del glaucoma. Una de las líneas más novedosas es la de los conversores espectrales en lentes intraoculares, incluidos en la tesis doctoral del oftalmólogo Andrés Fernández-Vega Cueto-Felgueroso.
“Son nuevos mecanismos de neuroprotección para los que sufren esta patología basados en el empleo de filtros en gafas o en lentes intraoculares. Son capaces de transformar la luz azul, nociva para los ojos, en luz roja, beneficiosa para la retina, evitando que se mueran sus células y frenando el proceso del glaucoma”, explica Héctor González Iglesias, investigador principal del Grupo de Genética Ocular de Glaucoma de la FIO.
Su equipo de trabajo lleva prácticamente una década desarrollando un panel de biomarcadores que ayuda a predecir el desarrollo del glaucoma en un 80% de los casos estudiados con una simple muestra de sangre. “Por el momento solo lo hemos trabajado en modelos animales, nuestro próximo objetivo es poder ensayar la prueba en personas, así que aún quedan años hasta que pueda estar en el mercado”.
Sus investigaciones se están centrando en glaucoma primario de ángulo abierto, el más prevalente, y de glaucoma pseudoexfoliativo. “En estos dos tipos hemos visto un número muy elevado de proteínas que están alteradas, algo que no aparece en las personas que no padecen la enfermedad”, comenta González Iglesias. Y añade: “Queremos que funcione como un sistema de diagnóstico precoz para prever la aparición de la enfermedad antes de que se desarrolle y poder abordar un tratamiento preventivo”.