Dos aspectos que elevan la probabilidad de melanoma metastásico

FUENTE: CUIDATEPLUS

El melanoma metastásico es un cáncer que aparece en la piel y que tiene la capacidad de provocar metástasis, algo que sucede cuando la célula tumoral se va a través del torrente sanguíneo o de los ganglios linfáticos a cualquier otra parte del cuerpo. Se trata del cáncer cutáneo con mayor mortalidad.

“La frecuencia de melanoma metastásico es independiente de la edad y del sexo. Lo que indica la probabilidad de que un melanoma se convierta en metastásico es su grosor -lo que llamamos el índice de Breslow- y la ulceración”, explica a CuídatePlus Lara Ferrándiz, miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV) y dermatóloga de la Unidad de Melanoma del Hospital Universitario Virgen Macarena, en Sevilla.

Así, el índice de Breslow es la medición de la capacidad invasora en profundidad del melanoma y se mide en milímetros. A mayor índice de Breslow, mayor riesgo de afectación de ganglios y/o de metástasis a distancia. La ulceración es la presencia de erosión en la capa epidérmica y se asocia a un peor pronóstico.

“Hay subtipos histológicos de melanoma que tienen una probabilidad más alta de metastatizar. Es el caso del melanoma nodular y la razón es que su grosor es mayor”, señala la dermatóloga del Virgen Macarena. Además, reconoce que, en ocasiones, el pronóstico de un melanoma en los hombres es peor que en las mujeres porque ellos consultan más tarde, lo que hace que el grosor de la lesión cutánea en el momento del diagnóstico sea mayor.

¿Es posible su prevención?
El melanoma aparece con mayor frecuencia en personas con piel clara, o fototipos I y II, (cuánto más claros son la piel, los ojos y el pelo, más riesgo existe) y, sobre todo, se relaciona con la exposición solar intermitente. Los niños que han sufrido alguna quemadura solar tienen un mayor riesgo de presentar un melanoma en la edad adulta. Por ese motivo, los especialistas en dermatología insisten en la importancia de la fotoprotección en los menores y en no descuidar este hábito en ninguna etapa de la vida.

La presencia de múltiples nevus -muchos lunares- es otro de los factores de riesgo en melanoma.

También existe el melanoma familiar que tiene un componente genético, pero constituye el menor porcentaje de los casos de melanoma.

En cuanto a la prevención, Ferrándiz dice que mientras que para minimizar el riesgo de aparición de un primer melanoma lo que hay que hacer es protegerse de la exposición solar, “para prevenir la metástasis se emplea el tratamiento adyuvante. Este tratamiento se da a los pacientes con melanoma con riesgo intermedio-alto de metástasis y en estadio III (enfermedad metastásica regional ganglionar)”.

Estar muy atento a los síntomas
Para detectar un primer melanoma lo antes posible “es mejor consultar de más a consultar de menos. Un dermatólogo es capaz de detectar un melanoma en tres segundos con un dermatoscopio (una lente de aumento combinada con una luz polarizada). Por eso, hay que acudir al especialista si observamos cualquier lunar nuevo que aparece a partir de los 25 años de edad o un lunar antiguo que crece, cambia de forma o de color o que sangra. En definitiva, cualquier lunar que nos preocupe”, aconseja Ferrándiz.

En el caso de un paciente que ya ha tenido un melanoma es muy importante que se revise la cicatriz y la zona que rodea a esta en busca de granitos, puntos, nódulos o heridas. También es fundamental tocarse la cuenca ganglionar (la axila, la ingle o el cuello, dependiendo de dónde ha tenido el melanoma) buscando si hay irregularidades. Además, hay que estar atentos a cualquier síntoma como la pérdida de peso sin justificación o la aparición de dolores de cabeza y dolores óseos. El motivo es que el melanoma tiene la capacidad de hacer metástasis en cualquier órgano.

Pronóstico del melanoma
En relación al pronóstico de los pacientes con melanoma, Ferrándiz indica que “la supervivencia a los 5 años es muy buena en estadios iniciales (I y II) y continúa siendo baja en pacientes con estadio IV (los que tienen enfermedad metastásica a distancia). Aunque las nuevas terapias -la inmunoterapia y la terapia dirigida- están cambiando estas cifras, todavía no tenemos los datos exactos al respecto”.