FUENTE: CUIDATEPLUS
Mucho se habla de la relación entre el hábito de fumar y Covid-19, para mal, fundamentalmente y afortunadamente, pero también para bien, sobre todo tras la publicación de diferentes estudios realizados en China, Estados Unidos y Francia que revelan una menor incidencia de la enfermedad por este tipo de coronavirus en fumadores y que apuntan a la nicotina como la sustancia responsable de este hecho.
A raíz de estas teorías, muchas personas creen que fumar ayuda frente al coronavirus cuando no es así, y de hecho, los expertos advierten de que la infección por Covid-19 es más grave en los pacientes fumadores por lo que hacen un llamamiento para dejar el hábito tabáquico cuanto antes y no sólo por el coronavirus.
El consumo de tabaco “supone la introducción al organismo, a través de los pulmones, de más de 4.000 sustancias tóxicas”, advierten desde la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ). Entre ellas destacan cinco: nicotina, sustancias oxidantes, alquitranes, nitrosaminas y monóxido de carbono.
La nicotina, recuerdan los expertos de Separ: “Es la droga causante de la adicción que crea el consumo de tabaco” y las sustancias oxidantes (óxidos de nitrógeno, radicales tóxicos del oxígeno, etc.) son los principales causantes de la patología pulmonar asociada al consumo del tabaco como enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), bronquitis crónica, enfisema, infecciones respiratorias de vías altas, neumonías, etc.
A día de hoy, explica a CuídatePlus Luis Fernando Alguacil Merino, catedrático de Farmacología de la Universidad CEU San Pablo, en Madrid, “no se puede ni aceptar ni rechazar la hipótesis de que la nicotina pueda frenar la Covid-19”, lo que sí está claro es que fumar mata y que los fumadores infectados con esta patología “tienen una evolución peor”, asevera José Luis Díaz-Maroto, coordinador del Grupo de Trabajo de Tabaquismo de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen).
En cuanto a los estudios sobre la nicotina, continúa Alguacil Merino, “existen datos sobre número de consultas y hospitalizaciones en Francia que cuando se comparan con la población general tienden a mostrar que el número de fumadores afectados podría ser proporcionalmente menor que el de no fumadores, lo que inmediatamente se ha asociado con un posible efecto beneficioso de la nicotina sobre la base de algunos conocimientos previos tanto clínicos como experimentales”.
Todo esto, continúa, “ha llevado a formular una hipótesis nicotínica que no sólo apunta a un posible efecto beneficioso de la nicotina, sino que llega incluso a sugerir que la propia enfermedad Covid-19 podría estar relacionada desde sus primeros estadios con un deterioro de algunos mecanismos biológicos estrechamente relacionados con el modo de acción esta sustancia”.
Aunque esto pueda llegar a sonar más o menos “bien”, no hay que adelantarse, ya que “las evidencias son todas indirectas y ni siquiera los datos epidemiológicos anteriores están claros, ya que no casan demasiado bien con otros estudios anteriores realizados en China”, explica Alguacil Merino.
En este sentido, el Ministerio de Sanidad es tajante: «No hay evidencia científica que demuestre los supuestos efectos protectores de la nicotina frente a la Covid-19». Y advierte de que «los estudios que apuntan a ello, no tienen en cuenta los efectos perjudiciales del tabaquismo en la salud».
El tabaco mata y empeora la enfermedad
Lo que sí hay que tener en cuenta es que “una cosa es la nicotina y otra el tabaco, cuya combustión genera gran cantidad de sustancias químicas tóxicas aparte de la propia nicotina”, aclara el experto. Y también hay que tener claro lo que sí tiene estudios con datos fiables y contrastados y es que “el consumo de tabaco produce una disminución de las defensas del aparato respiratorio y que facilita las infecciones respiratorias producidas tanto por virus como por bacterias”, tal y como informan desde Separ.
En esta idea, en el mes de marzo se publicaron dos trabajos recopilatorios de toda la evidencia disponible en humanos que en su conjunto “mostraron que fumar o haber fumado tiende a incrementar la severidad de la Covid-19, sin que haya datos sobre propagación”, advierte Alguacil Merino.
Así mismo, “las infecciones por virus de la familia de los coronavirus son más frecuentes en los fumadores que en los no fumadores” lo que hace que, “los fumadores lleguen a multiplicar por 2,4 sus posibilidades de desarrollar una forma clínica severa de infección por coronavirus”.
Además, “el acto de fumar cigarrillos implica llevar de forma repetitiva los dedos a la boca, cara y nariz lo que se ha sido descrito como una vía frecuente de infección por coronavirus”.
Por todo esto, para Díaz-Maroto, “la principal recomendación en la actualidad es, para los no fumadores, no iniciarse en el hábito tabáquico, y para los fumadores que traten su adicción para que dejen de fumar lo antes posible”. Para lo que aconseja, “contar con los profesionales de la salud (médicos, enfermeros, farmacéuticos y psicólogos”.
Y, si alguna vez se demuestra que la nicotina tiene algún efecto beneficioso en esta u otra enfermedad, “desde luego nunca se aplicará fumando”, aclara el farmacólogo del CEU. “Quizá en chicles, parches o comprimidos podría valorarse eso sí, siempre teniendo en cuenta que la nicotina es una sustancia adictiva que es otro problema sobreañadido”, concluye.