Entre noviembre de 2004 y marzo de 2015 pilotos de la Armada estadounidense observaron objetos voladores no identificados, también conocidos como ovnis, que, tras una investigación exhaustiva, siguen sin explicación sobre su origen. Esta es la conclusión a la que la llegado un informe de las agencias de inteligencia de Washington después de desclasificar tres vídeos en los que se podía ver la presencia de estos fenómenos.

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Tras la diversas filtraciones que se han producido en los últimos años, han surgido diferentes teorías sobre su procedencia, creciendo sobre todo la creencia de que podían tratarse de pruebas de vida inteligente extraterrestre. Sin embargo, esa hipótesis alimentada por los rumores y las imágenes no puede descartarse de manera tajante.

Lo único que se sabe: no proceden de Estados Unidos

El documento elaborado solo ha podido descartar que la mayoría de estos objetos voladores, unos 120 en total, no forman parte de proyectos militares o de armamento de Estados Unidos. Es decir, ellos no son responsables de su existencia ni han sido creados por ellos. Así lo ha avanzado The New York Times, que ha podido hablar con altos cargos que han recibido ya información sobre las conclusiones de un informe que se presentará en el Congreso antes del 25 de junio. También posee un anexo que se mantendrá aún clasificado.

Así, ya se podría acabar con la explicación de que los pilotos que observaron los fenómenos aéreos al oeste de la ciudad californiana de San Diego, sobre las islas de San Clemente, se hubieran topado con programas secretos de las fuerzas armadas o del Gobierno de Estados Unidos. Pero se sigue sin conocer por qué tenían tanta capacidad de aceleración, cómo podían circular con tanta velocidad o sus movimientos tan rápidos. Se describió que tenían un comportamiento errático y luces que desafiaban las reglas de la física o que no tenían motores o escapes visibles, siendo registrados a más de 9.000 metros de altura y a una gran velocidad.

Teorías que quedan en el aire

Según explica el Times, existe tanta ambigüedad que no se puede descartar de manera tajante el origen extraterrestre de estos ovnis. Por lo tanto, esto seguirá alimentando los rumores. Tampoco se han encontrado pruebas consistentes que expliquen que podría deberse a fenómenos meteorológicos.

Otra teoría, al descartar que tengan el sello americano, es que estén vinculados con otros países con capacidad para crearlos como Rusia o China, lo cual preocuparía a Estados Unidos porque significaría que cuentan con una tecnología más adelantada.