La secretaría de Salud de la capital brasileña informó este sábado sobre el contagio de doce integrantes de la delegación Vinotinto.
Alarma en la Copa América-2021 justo a un día del pitazo inicial: un brote de la COVID-19 afecta a doce miembros de la selección de Venezuela, incluidos jugadores y comisión técnica, que disputará el partido inaugural ante el campeón y anfitrión Brasil el domingo en Brasilia.
Informó este sábado la secretaría de Salud de la capital brasileña en una nota de prensa sobre el contagio de doce integrantes de la delegación Vinotinto, aunque sin precisar cuántos son futbolistas y cuántos parte del staff del entrenador portugués José Peseiro.
Sin embargo, el secretario Osnei Okumoto dijo a CNN Brasil que hay cinco jugadores y cinco directivos contaminados.
Los afectados están «asintomáticos» y «aislados» en cuartos individuales, bajo monitoreo de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y la secretaría de Salud, indicó el organismo sanitario en el boletín.
Destacó Okumoto que «no hay cómo saber dónde se infectaron, pero por el periodo de permanencia aquí, deben haber venido con la enfermedad del último país en el que estuvieron».
Afirmó Okumoto que la secretaría rastrea a todos los que tuvieron contacto con los infectados y realizará test genéticos con las muestras para determinar el tipo de variante de coronavirus que portaban.
Brasil ha sido golpeado con fuerza por una variante local del virus, «Gamma», y mira con nerviosismo la «Delta», surgida en India, de la que ha detectado casos importados pero aún no tiene confirmación de transmisión local.
El brote de coronavirus de la selección venezolana es el más reciente golpe encajado por la convulsionada Copa América de Brasil, cuestionada por diversos sectores por la situación sanitaria que vive el gigante latinoamericano, donde más de 484.000 personas han muerto por la pandemia.
Además este torneo de selecciones más antiguo del mundo ha tenido varios sobresaltos desde que el presidente Jair Bolsonaro anunció, hace dos semanas, su respaldo a recibir la competición tras las salidas de Argentina y Colombia.
Ambas naciones, sedes originales de un evento que debió disputarse en 2020 pero que fue aplazado doce meses por el aterrizaje del coronavirus, desistieron debido al empeoramiento de la pandemia, en el primero, y por las protestas antigubernamentales que dejaron decenas de muertos, en el segundo.
Cuestionado por su caótico manejo de la emergencia sanitaria, el presidente ultraderechista recibió el torneo, que su país ganó y organizó en su más reciente edición, en 2019, pese a críticas de futbolistas, entrenadores y expertos en salud, que advierten de posibles daños y de la llegada de una tercera ola.
Al mismo tiempo, la Copa América, estuvo en vilo hasta el jueves por la presentación de tres recursos ante la Corte Suprema, por parte de dos partidos opositores y un sindicato, que buscaban impedir la celebración del evento en el segundo país del mundo con más fallecidos por COVID-19.
El brote es otro golpe para la selección venezolana, que el viernes llegó a Brasilia diezmada por las contaminaciones de Wilker Ángel y Rolf Feltscher y sin su capitán, Tomás Rincón, por un «malestar físico y un cuadro viral», del que la Federación Venezolana de Fútbol evitó referirse directamente si es un caso de COVID-19.
Para enfrentar al Brasil de Neymar, que parte como gran favorito tras sus seis victorias consecutivas en el premundial sudamericano, Venezuela tampoco contará con otras figuras claves, lesionadas, como su goleador Salomón Rondón, el central Yordan Osorio y el extremo Darwin Machís.
Pero un cambio de la Conmebol en la normativa puede aliviar un poco las penas.
El viernes el ente rector del fútbol sudamericano autorizó sustituir «sin limitaciones» a jugadores incluidos en la lista definitiva que den positivo a la COVID-19 y a los que sean considerados «contacto estrecho» y deban permanecer aislados.
Así, Peseiro podría convocar nuevos jugadores para el partido inaugural en el estadio Mané Garrincha de la capital brasileña el domingo a las 6:00 p.m., hora local (21H00 GMT), con arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich.
Jornada Inaugural
En la jornada inaugural también jugarán Colombia y Ecuador, en Cuiabá, una de las cuatro sedes del torneo junto a Brasilia, Río de Janeiro y Goiania, reseñó EFE.
El técnico Reinaldo Rueda ha apostado fuerte al dejar afuera al ídolo cafetero James Rodríguez y la Copa América es un buen banco de pruebas para saber si le dio resultado esa arriesgada decisión.
Hasta ahora Rueda puede respirar porque en la reciente doble jornada del premundial Colombia goleó 3-0 a Perú e igualó 2-2 con Argentina, tras ir en desventaja por 2-0.
Ecuador sigue tercero en el clasificatorio sudamericano, detrás del líder Brasil y de Argentina, pero en las dos últimas fechas cayó en picada y encendió luces de alarma.
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