Cientos de personas, algunas con flores, se reunieron en la catedral de Atenas para dar el último adiós al compositor y político griego Mikis Theodorakis, quien por décadas formó parte integral de la política y la música griega.
Los restos de Theodorakis, quien falleció el jueves a los 96 años, permanecerán en la capilla de la catedral por tres días antes de su entierro en la isla sureña de Creta. Su ataúd llegó el lunes después de casi dos horas de retraso en medio de una disputa sobre los detalles de su entierro.
Durante el fin de semana su familia dejó de resistirse a que fuera enterrado en Creta, cumpliendo con sus últimos deseos. Un tribunal había detenido temporalmente los planes de su entierro para que se resolviera la disputa, reseñó The Chicago Tribune.
Su hija había dicho que sería enterrado cerca de Corinto en el pueblo de Vrahati, donde tenía su casa de vacaciones. Pero en una carta de 2013 hecha pública, Theodorakis escribió al alcalde del pueblo de Chania en Creta que quería ser enterrado en el cercano cementerio de Galatas, a pesar de la oposición de su familia.
Theodorakis era famoso en Grecia por su activismo político y su carrera musical. Creó una amplia obra, de sinfonías sombrías a populares bandas sonoras de televisión y cine, incluyendo la música de “Serpico” y “Zorba el griego”.
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