La pandemia ha traído un cambio radical en la nueva colección femenina de Dior: colores vivos, ropa deportiva, siluetas visibles y sencillas inspiradas en los años 60.
Vestidos de corte trapecio en verde y naranja, con enormes lazos, abrigos color coral y lavanda, pantalones cortos, minifaldas y chaquetas estructuradas: la colección primavera-verano 2022 rompe con el estilo habitual, fluido y matizado, de la directora artística de moda de mujer de Dior, Maria Grazia Chiuri.
«Hay un cambio en cómo nos sentimos, nos vemos todos más vulnerables, y cada uno responde a su manera, unos desean aislarse y otros vivir intensamente. Para mí, hay que vivir todos los días», declaró la creadora italiana a la AFP durante el primer pase.
Según Marc Bohan, director artístico de la casa en los años 60, que hizo la primera colección de prêt-à-porter y de deporte, con trajes de esquí hechos con materiales «técnicos» de la época.
Ropa ajustada para mujeres liberadas y activas, tan revolucionario como el New Look de Christian Dior tras la Segunda Guerra Mundial.
Desde hace varias temporadas, Maria Grazia Chiuri busca repensar la chaqueta bar ajustada, emblema histórico del New Look, para hacerla más flexible y despegada del cuerpo. Sin embargo, en esta última colección, han puesto el acento en la línea «boxy» (cuadrada).
La moda deportiva, muy presente en el Desfile Crucero presentado en el estadio Panathinaikó de Atenas este verano, llega con tejidos como el scuba (neopreno) y conjuntos inspirados en los bolos.
«Durante la pandemia comprendimos la importancia del deporte, no en sentido de practicarlo sino como en la idea de sentirse bien. Estábamos encerrados y teníamos la necesidad de cuidarnos físicamente», explica Maria Grazia Chiuri.
«Es minimalista, muy geométrico y con tejidos rígidos. Apenas tiene bordados. Respecto a lo que hacemos habitualmente, es muy diferente», cuenta a la AFP Pascal Coppin, responsable de los talleres de vestidos y conjuntos holgados.
Los vestidos son, esta vez, estructurados, con bolsillos y apenas hay vestidos ligeros, una característica de Maria Grazia Chiuri.
Y los tejidos técnicos como el neopreno ponen a prueba a los talleres: hizo falta «varios ensayos para lograr los remates».
Pascal Coppin señaló «Me gusta mucho, es un cambio radical, es bonito, joven, optimista. Lo que necesitamos, colores, salir del negro y el azul marino, estampados casi brasileños», señala
La escenografía del desfile, diseñada por la italiana Anna Paparatti, figura de la escena romana de los años 60, acompañó este martes la sensación de inesperado, como la colección, entre el «juego del absurdo» y la performance.
«La colección nace de la necesidad de mostrar hasta qué punto la moda es un juego con aspectos lúdicos muy importantes, pero también educativos», destaca Maria Grazia Chiuri.
«La gente usa la moda como forma de expresión, para jugar, para representarse. Al final, la moda es una gran performance», concluye.
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