Aprobó la Organización Mundial de la Salud (OMS), la vacuna contra la malaria RTS,S/AS01, la primera contra esta enfermedad transmitida por un mosquito que mata a más de 400.000 personas al año, sobre todo a niños africanos.

Esta enfermedad, de la que se tiene constancia desde la Antigüedad, se manifiesta a través de fiebre, dolores de cabeza y musculares, seguidos de otros síntomas cíclicos como escalofríos, subida de la temperatura corporal y sudoración.

Cada dos minutos muere un niño de malaria en el mundo, según la OMS.

«Es un momento histórico. La tan esperada vacuna contra la malaria para los niños es un gran avance para la ciencia, la salud infantil y la lucha contra la malaria», resaltó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.

«El uso de esta vacuna además de las herramientas existentes para prevenir la malaria podría salvar decenas de miles de vidas de menores cada año», agregó.

La «RTS,S» es una vacuna que actúa contra el parásito (Plasmodium falciparum) transmitido por los mosquitos más mortíferos del mundo y frecuente en África.

Para África, donde la malaria mata a más de 260.000 niños de menos de cinco años cada año, esta vacuna es sinónimo de esperanza, sobre todo porque se teme que esta enfermedad, también conocida como paludismo, se vuelva cada vez más resistente a los tratamientos.

Por su parte, Matshidiso Moeti, director regional de la OMS para África, dijo que «durante siglos, la malaria ha atormentado al África subsahariana y ha causado inmensos sufrimientos personales».

La malaria es causada por cinco especies de parásitos de tipo Plasmodium, todos ellos transmitidos por picaduras de mosquitos.

El Plasmodium falciparum es el más patógeno y responsable de los casos mortales.

«Hace tiempo que esperábamos una vacuna contra la malaria eficaz y ahora, por primera vez, tenemos una recomendada para un uso generalizado», añadió Moeti.

Desde 2019 se llevaba a cabo un programa piloto en tres países de África subsahariana, Ghana, Kenia y Malaui, que introdujeron la vacuna en varias zonas donde se administraron más de dos millones de dosis.

La «RTS, S», fabricada por el gigante farmacéutico británico GSK, es la primera vacuna, y la única hasta ahora, que ha demostrado ser eficaz para reducir significativamente el número de casos de malaria, incluida la variante grave y potencialmente mortal, en niños.

En otro sentido, Kate O’Brien, directora del departamento de vacunación de la OMS, dijo que los resultados de la prueba piloto demostraron que «reduce significativamente la malaria en su forma grave en un 30%».

Sin embargo, en mayo de 2018, las autoridades reguladoras de Ghana, Kenia y Malaui autorizaron su uso en algunas áreas.

Según la OMS, los ensayos clínicos de fase 3 han demostrado que la vacuna, cuando se administra en 4 dosis, previene 4 de cada 10 casos de malaria y 3 de cada 10 casos de la variante que pone en peligro la vida.

Pero para un despliegue masivo se necesita financiación.

Es de mencionar que el año 2021 estuvo marcado por avances importantes en la lucha contra la malaria, una enfermedad a la que los laboratorios farmacéuticos y la investigación prestaron poca atención durante años.

Un prototipo de vacuna desarrollada por la universidad de Oxford, Matrix-M, generó esperanzas en abril, con una eficacia inigualable del 77% en los ensayos de fase II. Podría aprobarse en dos años.

En julio, el laboratorio alemán BioNTech indicó que quería aplicar a la malaria la tecnología de ARN mensajero, utilizada para su vacuna contra el covid-19.

La OMS espera que su recomendación anime a los científicos a desarrollar otras vacunas.

La RTS, S es «una vacuna de primera generación muy importante», declaró Pedro Alonso, director del programa contra la malaria de la OMS. «Pero esperamos (…) que incite a los investigadores a buscar otros tipos de vacunas para complementarla o superarla».

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