A la reciente inauguración del centro en la ciudad de Jamnagar asistió, entre otros, el primer ministro de la India, Narendra Modi. “El sistema tradicional de medicina de la India no es solo un tratamiento, sino un enfoque holístico de la vida”, aseveró el mandatario. Según datos de la OMS, el Gobierno indio ha destinado al proyecto unos 250 millones de dólares.

El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró: “El centro pretende ser un motor de innovación para impulsar una agenda de pruebas, datos y sostenibilidad en la medicina tradicional”. También añadió que este aunará esfuerzos con profesionales de la medicina tradicional de todo el mundo y ayudará a establecer normas de investigación.

La medicina tradicional es un campo muy amplio. Según un comunicado de la OMS sobre el centro, el 80 por ciento de la población mundial utiliza las medicinas complementarias. Estas incluyen la acupuntura, la medicina ayurvédica y las mezclas de hierbas.

La medicina tradicional también está representada en la ciencia moderna. Según la OMS, alrededor del 40 por ciento de todos los medicamentos aprobados hoy en día proceden de sustancias naturales. El descubrimiento de la aspirina, por ejemplo, se basó en antiguas conclusiones sobre el efecto antipirético de la corteza del sauce. La investigación sobre la artemisinina para su uso contra la malaria, por la que se concedió el Premio Nobel en 2015, comenzó con el estudio de antiguos textos de medicina china.

El biólogo y periodista científico alemán Georg Rueschemeyer, de Cochrane, una red internacional que proporciona la base científica para la toma de decisiones en el sector de la salud, opina que tiene sentido examinar más de cerca las curas que se han desarrollado durante siglos, para así comprobar su plausibilidad y, en caso de duda, realizar buenos estudios clínicos.

La red Cochrane es especialmente conocida por sus “Cochrane Reviews”, revisiones sistemáticas que resumen toda la evidencia científica sobre una cuestión específica en medicina u otras ciencias de la salud.

Sin embargo, Rueschemeyer también destacó que, además de los procedimientos tradicionales mencionados por la OMS, que constituyen la base de terapias ya acreditadas, probablemente se podrían encontrar numerosos ejemplos en los que los procedimientos tradicionales resultaron ser ineficaces o incluso peligrosos, a saber, la antigua práctica de la sangría. Según el académico, siempre hay que sopesar si un procedimiento justifica el gasto de elevadas sumas para realizar estudios.

Además, prosigue, hay varias revisiones de la red Cochrane sobre el uso de métodos tradicionales, como la acupuntura para cuestiones específicas. No obstante, recalca: “Desde mi experiencia personal en Cochrane, diría que no me he encontrado con muchas revisiones Cochrane que realmente mostraran pruebas convincentes para un procedimiento tradicional”, asevera Rueschemeyer.

El científico especifica que esto se debe a menudo a que, al buscarlas, solo se encuentran unos pocos estudios, a menudo mal hechos, que no pueden probar ni refutar un beneficio, lo que lleva a su vez a preguntarse si se justifica invertir los limitados fondos de investigación en un procedimiento que parece científicamente inverosímil, por ejemplo, la homeopatía.

El profesor emérito alemán Edzard Ernst, que ocupa desde hace tiempo una cátedra de medicina alternativa en la Universidad de Exeter, Inglaterra, señala también que, aunque hay que esperar a ver quién dirigirá el centro y qué trabajos surgirán, el comunicado de prensa de la OMS está lleno de palabrería y tópicos.

Por su parte, la OMS explica que en el nuevo centro quiere utilizar tecnologías modernas para estudiar la medicina tradicional, entre otros, inteligencia artificial y big data. Según la organización, el centro se dedicará a la creación de una base empírica fiable para las políticas y normas sobre prácticas y productos de medicina tradicional, y también ayudará a los países a incorporarlos a sus sistemas sanitarios.

Fuente: abc.com.py