Desgastado física y emocionalmente, el tenista español Rafael Nadal sufrió el lunes una derrota inesperada.
Nueva York.- Desgastado física y emocionalmente, el tenista español Rafael Nadal sufrió el lunes una derrota inesperada ante el estadounidense Frances Tiafoe en los octavos de final del US Open, donde aspiraba a ampliar su ventaja como mayor ganador de trofeos de Grand Slam.
Nadal, imbatido hasta ahora en sus 22 partidos de torneos grandes del año, sucumbió por 6-4, 4-6, 6-4 y 6-3 ante Tiafoe, número 26 de la ATP y con solo un trofeo en su palmarés.
Nadal no se despedía a estas alturas de un Grand Slam desde 2017 en Wimbledon y había invertido grandes esfuerzos para competir en Nueva York, donde ansiaba alzar su 23º título de Grand Slam y coronarlo con el regreso al número uno de la ATP.
Pero en Flushing Meadows, a dónde llegó sin apenas rodaje por la lesión abdominal sufrida en Wimbledon, nunca pudo tomar vuelo y fue sorteando adversidades hasta la inapelable derrota ante Tiafoe, que terminó llorando incrédulo por su gesta.
Pocos minutos después de abandonar de la pista, Nadal reconoció que necesita volver a casa para acompañar a su esposa, Mery Perelló, en la recta final del embarazo de su primer hijo.
«Hice lo que pude pero las cosas no salieron como me hubiera gustado», reconoció. «Ahora hay que hacer un ‘reset’, han sido unos meses un poco difíciles (…) Y en lo personal terminar el año con algo muy importante que es mi primer hijo».
«No sé cuando voy a volver», afirmó. «Voy a intentar estar preparado mentalmente. Cuando sienta que estoy listo para competir de nuevo, estaré allí».
Nadal reconoció sin ambages la superioridad de Tiafoe, que contuvo cada intento de Nadal de tomar el mando del juego gracias a su potente servicio (18 aces por 9 de su rival) y su inspirada derecha (49 golpes ganadores por 33).
«No soy de buscar excusas, al final hay veces que uno puede con todo y otras que no y ahora ha tocado que no. Quiero felicitar al rival», declaró.
El español, que conquistó este año dos títulos de Grand Slam (Abierto de Australia y Roland Garros), terminará la temporada con uno más que el ausente Novak Djokovic (21) y aún tiene tiene opciones de ser el sucesor de Daniil Medvedev como el número uno mundial.
Para ello necesita que ninguno de los dos candidatos que siguen en liza, el joven español Carlos Alcaraz y el noruego Casper Ruud, llegue a la final.
– «No puedo creerlo» –
En sus dos primeros partidos en Nueva York, Nadal tuvo que remontar sets en contra y hasta sobreponerse a un raquetazo accidental que se dio en la nariz.
Luego encontró calma el sábado ante el francés Richard Gasquet pero fue pasajera.
El fornido Tiafoe, hijo de inmigrantes de Sierra Leona que parece haber madurado su impulsado tenis, ya había avanzado que estaba extramotivado por tumbar al gigante español frente a sus aficionados.
El estadounidense había dicho alto y claro que ya no era el jugador al que Nadal arrolló dos veces en 2019.
Y aunque una buena parte del público se alineó detrás de Nadal, campeón de cuatro ediciones, Tiafoe cumplió su palabra y comenzó rompiendo pronto el saque del español, algo que no había logrado en los duelos anteriores.
El español, que resoplaba ante la puntería de Tiafoe, cedió el primer set y por tercera vez se vio obligado a remar contracorriente.
El actor Ben Stiller, con quien Nadal ha compartido cena en Nueva York, observaba desde el palco junto al padre y la hermana del tenista, mientras los entrenadores pedían al español que intentara mandar en los puntos.
Tiafoe se mantuvo inexpugnable en el servicio hasta que Nadal encontró una fisura para tener su primera oportunidad de quiebre, cuadrar cuentas en el marcador y tomar aire para seguir escalando.
Rocoso mentalmente como nunca, Tiafoe digirió rápidamente la pérdida de la ventaja e incluso era él quien daba ánimos a su propio equipo.
Con su servicio y su inspiración intactos, a Tiafoe solo le hizo falta otro quiebre para ganar un tercer set que decantaba la balanza a su favor.
En la última manga Nadal hizo varios intentos de rebelarse a la derrota, animándose con gritos, saltos y el puño en alto tras grandes golpes, pero nunca logró cambiar la dinámica del juego.
El estadounidense le devolvió una ruptura de servicio inicial y neutralizó una ventaja de 1-3 del español, resignado ya a la eliminación.
«Ni siquiera sé qué decir ahora. Estoy más que feliz, no puedo creerlo», reconoció Tiafoe.
«Durante un tiempo veía a chicos jóvenes ganar a Rafa, Fed (Federer), Novak. Me preguntaba si yo podría y hoy me dije que lo iba a hacer. Ahora podré decirle a los niños, nietos: ‘Sí, gané a Rafa», se felicitó Tiafoe, clasificado para sus primeros cuartos en Flushing Meadows ante el ruso Andrey Rublev.
Fuente: AFP