La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, fiesta en la que se celebra la llegada triunfal de Jesús a Jerusalén, donde fue aclamado por la multitud.
El Domingo de Ramos es la primera festividad de la Semana Santa, así como el día en el que finaliza la Cuaresma, que comenzó el Miércoles de Ceniza en el mes de febrero.
Origen del Domingo de Ramos
El Domingo de Ramos conmemora lo descrito en los evangelios, la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén, aclamado triunfalmente por una multitud como el Mesías. Jesús iba montado en un asno y sus seguidores lo recibieron al grito de “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor!”.
La eucaristía de este día tiene dos momentos importantes. Por un lado, la procesión por el camino de los olivos y las palmas y, por otro, la lectura de la palabra de Dios, que evoca la Pasión del Señor, recogida en el evangelio de San Mateo.
Las palmas
La procesión de las palmas es característica en este día porque cuando Jesús entró a Jerusalén, la gente le aplaudió con palmas en las manos. Este objeto era símbolo de fecundidad y riqueza para el pueblo judío y se podía utilizar para hacer pan y miel.
La palma es bendecida por el sacerdote y colocada en un lugar privilegiado durante toda la Semana Santa. Cuando acaba, se quema en la iglesia y se utiliza la ceniza en el Miércoles de Ceniza del año siguiente. Además de con palmas, a Jesús también lo recibieron con ramas de olivo, que era un símbolo de la paz.
El rojo
Al celebrarse la Pasión del Señor, el color de la liturgia es el rojo, pues se trata del momento en el que los cristianos proclamaron a Jesús como el símbolo fundamental de sus vidas.
Fuente: as.com