Un estudio internacional con participación de investigadores del hospital Vall d’Hebron de Barcelona concluye que un consumo entre moderado y elevado de cafeína se asocia con una reducción de la probabilidad de sufrir retinopatía diabética, una enfermedad muy común en pacientes de diabetes tipo 2.
Una de las complicaciones más comunes de los pacientes de diabetes tipo 2 es la denominada retinopatía diabética, una enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos del tejido ocular y que afecta al 80% de los casos de diabetes, según una investigación publicada recientemente en la revista Nutrients. Su causa principal es el aumento prologando de glucosa en sangre durante largos períodos, algo que en última instancia puede causar pérdida de visión y ceguera.
Ahora, gracias a un nuevo estudio internacional en el que han participado miembros del Instituto de Investigación Vall d’Hebron (VHIR, por sus siglas en inglés) ha descubierto que el consumo moderado y elevado de cafeína puede tener un efecto positivo en estos pacientes. En concreto, se asocia con una reducción del 65% de las posibilidades de sufrir esta afección ocular en pacientes diagnosticados de diabetes tipo 2.
“La investigación mostró una estrecha relación entre el consumo de cafeína y la reducción de incidencia de retinopatía en pacientes sin otras complicaciones diabéticas tardías”, detalla Minerva Granado, investigadora del IRBLleida, profesora de la Universitat de Lleida (UdL) y del Centro de Investigación Biomédica en la Red de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM), quien afirma que, aunque el hallazgo no es concluyente, los resultados de la investigación “permiten dar un paso imporatnte en la repercusión de la oftalmología en las personas con diabetes”.
En concreto, los investigadores realizaron una encuesta a 144 pacientes afectados por retinopatía diabética y 147 que no tenían esta afección, datos que fueron analizados por un oftalmólogo experimentado.
En el estudio, el personal del centro administró un cuestionario sobre la frecuencia de consumo de alimentos a las personas participantes en el proyecto, datos que luego fueron contrastados con un experimento realizado a 20 ratones, a los que se administró aleatoriamente una gota de cafeína directamente sobre la superficie de la córnea dos veces al día durante dos semanas. Sin embargo, el modelo experimental no corroboró los datos cosechados en las encuestas a humanos.
“Se necesitan más estudios para establecer los beneficios y mecanismos de las bebidas con cafeína en el desarrollo de la retinopatía diabética. Además, es importante tener en cuenta que, además del café, también hay otras bebidas que contienen cafeína, con lo que hay otros compuestos que pueden tener un papel fundamental en la prevención de estas patologías”, explica la investigadora.
RELACIÓN ENTRE CAFEÍNA Y DIABETES
Aunque serán las futuras investigaciones científicas las que se encarguen de aportar datos concluyentes, sobre el papel de la cafeína en los casos de retinopatías, la literatura científica sí que ha encontrado una relación entre el consumo de cafeína y la diabetes.
Entre ellos, un estudio reciente cocluía que unos niveles más altos de cafeína en sangre estaban asociados con un índice de masa corporal más bajo y una menor cantidad de grasa, unas conclusiones que abren una nueva vía de estudio para el tratamiento de esta y otras enfermedades metabólicas.
FALTA DE OXÍGENO EN LA RETINA
La retinopatía diabética es una enfermedad ocular provocada por complicaciones médicas derivadas de la diabetes. En estos casos, el aumento de la glucosa en sangre durante un largo período provoca la alteración progresiva de los vasos sanguíneos del ojo que obstaculizan el aporte de oxígeno a la retina, lo que se traduce en microaneurismas, hemorragias y pérdidas de lípidos y proteínas desde el interior de los capilares dañados.
Ello estimula al mismo tiempo el crecimiento de más vasos sanguíneos que intentan suplir el déficit de riego, lo que acaba produciendo daños irreversibles en la retina hasta el punto de provocar pérdida de visión o ceguera.
DIABETES TIPO 2, UNA EPIDEMIA MODERNA
Por otro lado, la diabetes tipo 2, la sexta causa de mortalidad en todo el mundo, se ha convertido en una epidemia moderna que preocupa a las autoridades sanitarias. Esta enfermedad, más frecuente que la del tipo 1, se produce como consecuencia de la elevada presencia de niveles de glucosa en sangre debido a la resistencia que el organismo tiene a la insulina, la hormona secretada por el páncreas que permite la entrada de glucosa en las células.
La paradoja es que, a pesar de ser una enfermedad muy común, se trata de una dolencia perfectamente evitable, pues sus causas son perfectamente conocidas y combatibles. Se sabe, por ejemplo, que la diabetes es una enfermedad altamente relacionada con la obesidad, con lo que la práctica de ejercicio físico o una dieta equilibrada son estrategias especialmente útiles para combatirla. Así, la ingesta me una menor cantidad de calorías provoca que el cuerpo no consuma más glucosa de la necesaria, con lo que se maximiza el consumo celular de insulina.
Por otra parte, el ejercicio físico contribuye combatir la enfermedad de distintas formas: por una parte, ayuda a que las células sean más sensibles a la insulina, mientras que manera indirecta ayuda a prevenir el sobrepeso y la obesidad, dos patologías relacionadas directamente con la diabetes.
Fuente: nationalgeographic.com.es