Este dispositivo electrocéutico ingerible emplea electricidad para estimular la producción de hormonas en el estómago, y podría ayudar a contrarrestar las náuseas y regular el hambre.
Las hormonas liberadas por el estómago como la grelina juegan un papel clave en la estimulación del apetito. Estas hormonas son producidas por las células endocrinas que forman parte del sistema nervioso entérico, las cuales controlan el hambre, las náuseas y la sensación de saciedad.
Ahora un equipo de ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachussets -MIT- han demostrado que es posible estimular estas células endocrinas para que produzcan grelina empleando una cápsula ingerible que proporciona una corriente eléctrica a las células; un enfoque que está basado en la electrocéutica, es decir, el campo emergente de la medicina que emplea la electricidad para tratar enfermedades.
La electrocéutica se fundamenta en la idea de que las células y los tejidos del cuerpo humano tienen propiedades eléctricas únicas, y que estas propiedades pueden ser utilizadas para tratar diversas afecciones. Por ejemplo, la técnica ya ha sido empleada para para estimular el nervio vago, que se extiende desde el cerebro hasta el abdomen, en tratamientos contra la epilepsia y la depresión. También para estimular los músculos del corazón en pacientes con insuficiencia cardíaca o para tratar la enfermedad de Parkinson mediante la estimulación eléctrica del cerebro.
Lo que ahora ha descubierto el equipo de Giovanni Traverso, gastroenterólogo en el Brigham and Women’s Hospital de Boston y autor principal del estudio que bajo el título Bioinspired, ingestible electroceutical capsules for hunger-regulating hormone modulation se publica en la revista Science, es que esta misma técnica podría resultar útil para el tratamiento de enfermedades que involucran náuseas o pérdida de apetito como la caquexia, es decir, la pérdida de masa corporal que puede tener lugar en pacientes con cáncer u otras enfermedades crónicas.
Así, en pruebas realizadas con animales, los investigadores demostraron que esta nueva cápsula puede aumentar significativamente la producción de grelina en el estómago. «Hemos demostrado cómo gracias a la estimulación eléctrica podemos interactuar con la mucosa del estómago y liberar hormonas, y anticipamos que esto podría usarse en otros puntos del tracto gastrointestinal».
ELECTRICIDAD PARA UNA BUENA DIGESTIÓN
El sistema nervioso entérico controla todos los aspectos de la digestión, incluido el movimiento de los alimentos a través del tracto gastrointestinal. Así, por ejemplo, algunos sujetos de estudio (animales) con gastroparesia, un trastorno de los nervios estomacales que produce un movimiento muy lento de los alimentos a través del sistema digestivo, han mostrado una mejoría sintomática después de la estimulación eléctrica generada por un dispositivo similar a un marcapasos que se puede implantar quirúrgicamente en el estómago.
En sus primeras pruebas con el dispositivo los médicos habían teorizado que la estimulación eléctrica provocaría que el estómago se contrajera, lo que ayudaría a empujar la comida. Sin embargo, lo que descubrieron posteriormente es que más allá de afectar a la motilidad, la estimulación eléctrica del estomago en los animales estudiados incrementó la producción de la hormona grelina. También encontraron que esta estimulación eléctrica no condujo a ninguna inflamación significativa u otros efectos adversos. Una vez que establecieron que la estimulación eléctrica estaba provocando la liberación de grelina, los investigadores se propusieron comprobar si podían lograr los mismos efectos empleando un dispositivo que pudiera tragarse y residir temporalmente en el estómago.
Los investigadores probaron su cápsula en el estómago de grande mamíferos y descubrieron que esta produjo un aumento sustancial en los niveles de grelina en el torrente sanguíneo de los mismos. “Hasta donde sabemos, este es el primer ejemplo del uso de estímulos eléctricos a través de un dispositivo ingerible para aumentar los niveles endógenos de hormonas en el cuerpo. Su gran ventaja es que para obtener el resultado deseado nos valemos de los propios sistemas del cuerpo en lugar de introducir agentes externos”, declara el coautor del estudio, Khalil Ramadi.
Los investigadores encontraron que para que esta estimulación funcione, el nervio vago, que controla la digestión, debe estar intacto, pues es a través de este que los pulsos eléctricos se transmitirían al cerebro, el cual estimularía posteriormente las células endocrinas del estómago para producir grelina.
Ahora, el laboratorio de Traverso planea explorar el empleo de la electrocéutica en otras partes del tracto gastrointestinal. Los investigadores esperan probar el dispositivo en pacientes humanos dentro de los próximos tres años. Si se desarrolla para su uso en pacientes humanos, este tipo de tratamiento podría potencialmente reemplazar o complementar algunos de los medicamentos existentes que se usan para prevenir las náuseas y estimular el apetito en personas con caquexia o anorexia.“Es un dispositivo relativamente simple, por lo que creemos que es algo que puede ayudar a las personas en una escala de tiempo relativamente corta”, concluye Traverso.
Fuente: nationalgeographic.com.es