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El jefe de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo el lunes que no hay necesidad de medidas que “interfieran innecesariamente con los viajes y el comercio internacional” para tratar de detener la propagación de un virus que ha dejado 361 muertos en China.
“Hacemos un llamado a todos los países para que implementen decisiones basadas en evidencia”, dijo Tedros a la junta ejecutiva de la OMS, reiterando su mensaje de la semana pasada, cuando declaró una emergencia internacional.
China afronta un creciente aislamiento internacional por las restricciones de vuelos desde y hacia el país, y prohibiciones de entrada a los viajeros que llegan desde el gigante asiático.
El número de muertes en China se elevó a 361 el domingo, 57 más que el día anterior, dijo la Comisión Nacional de Salud. El número de nuevas infecciones confirmadas en China aumentó en 2.829, elevando el total a 17.205 casos.
“Debido a esta estrategia y si no fuera por China, el número de casos fuera de China habría sido mucho mayor”, señaló.
Refiriéndose a la propagación del virus en el extranjero, sostuvo que es “mínimo y lento” pero advirtió que podría empeorar.
Tedros, quien sostuvo conversaciones en Pekín hace una semana con el presidente chino Xi Jinping y otros líderes, tosió e interrumpió su discurso para tomar un trago de agua, bromeando: “No se preocupen, no es corona”.