FUENTE: AFP
Líbano no podrá honorar el próximo lunes el pago de un vencimiento de su deuda emitida en eurobonos, por lo que incurrirá en el primer default de su historia, con el telón de fondo de una crisis económica sin precedentes, anunció este sábado su primer ministro.
Aquejado de una grave crisis de liquidez y meses de protestas contra la corrupción y la incapacidad de sus dirigentes, el país tiene que devolver el 9 de marzo 1.200 millones de dólares en eurobonos. A ellos se suman otros 700 millones de dólares que vencen en abril y 600 millones en junio.
El primer ministro, Hasan Diab, dijo este sábado que las reservas en divisas «han caído hasta un nivel preocupante y peligroso, lo que obliga al gobierno libanés a suspender el pago de una emisión de eurobonos que vence el 9 de marzo porque necesita esos fondos», explicó el jefe de gobierno.
«El Estado libanés buscará renegociar su deuda de manera acorde con los intereses nacionales y mediante negociaciones justas con los acreedores», anunció Diab, que formó en enero un gobierno de tecnócratas con la misión prioritaria de atajar la creciente crisis financiera del país, que vive una oleada de protestas contra el sistema político.
«Es la única manera de parar la hemorragia, con el lanzamiento de un gran plan de reformas necesarias», incluido «un recorte del gasto público», añadió Diab.
La deuda de Líbano, una de las mayores del mundo, asciende al 170% del Producto Interno Bruto (PIB).
Pese a haber atravesado por situaciones difíciles, el país nunca había incumplido sus compromisos, pero en los últimos meses ha tenido que lidiar con una de las peores crisis económico-políticas desde la guerra civil de 1975-1990.
Los flujos de moneda extranjera han caído, y la libra libanesa se ha hundido, obligando a los bancos a imponer restricciones draconianas para la retirada de dólares y transferencias.
Reestructuración de la deuda
Los bancos locales, en cuyas manos está una parte de la deuda en eurobonos que vence el lunes, están en contra del default, ya que, alegan, les acarreará mayor presión en un contexto de crisis de liquidez y comprometerá los vínculos de Líbano con los acreedores extranjeros.
Según Marwan Barakat, jefe de investigación del Banco Audi, los bancos libaneses poseían a finales de enero 12.700 millones de dólares del paquete de 30.000 millones de la deuda del país en eurobonos.
El Banco Central tiene 5.700 millones y el resto está en manos de acreedores extranjeros, aseguró.
Pero según la prensa local, los bancos libaneses han vendido recientemente parte de sus eurobonos a acreedores extranjeros.
Los manifestantes antigobierno que han protestado en las calles desde octubre abogan por el impago, temiendo una caída de las reservas que podría dificultar todavía más el acceso a sus ahorros.
«No deberíamos pagar el precio por los errores del gobierno», dice Nour, una manifestante de 16 años, durante una protesta frente a la sede del Banco Central en Beirut.
En todo el país los manifestantes salieron de nuevo a las calles para protestar por el deterioro de las condiciones de vida.
Las agencias de calificación ya degradaron la deuda soberana libanesa a nivel de deuda basura hace tiempo.
El dólar estadounidense es utilizado en la vida diaria al mismo nivel que la libra libanesa, que tiene oficialmente un tipo de cambio fijo desde 1997. Un dólar equivale a 1.507 libras libanesas, pero en el mercado negro ha llegado a cotizar 2.700 libras libanesas.
Asistencia del FMI
Diab se reunió el mes pasado con una delegación del Fondo Monetario Internacional para negociar cómo salir de la crisis económica del país, pero todavía no ha solicitado ayuda económica.
La libra libanesa, que había sido vinculada al dólar desde 1997, se ha desmoronado en el mercado paralelo, mientras crece la inflación y el desempleo.
El Banco Mundial ha advertido de que la recesión acarreará un aumento drástico de los niveles de pobreza.
Los acreedores de Líbano han manifestado su disposición a ayudar financieramente al Líbano si este adopta medidas serias para reactivar su economía.
Un paquete de ayuda de 11.000 millones de dólares comprometido en la conferencia CEDRE en París en abril de 2018 todavía no ha sido desbloqueado debido a que el país no ha emprendido reformas.