Poco después de ser descubierto el pasado mes de diciembre, su luminosidad empezó a crecer mucho más de lo esperado

FUENTE: ABC

Un cometa llamado Atlas se dirige hacia el Sol en un camino suicida. Sin embargo, es una buena noticia para nosotros, ya que previsiblemente va a proporicionar un gran espectáculo que desde ya puede ser visto con unos prismáticos.

Descubierto el pasado mes de diciembre, se ha vuelto mucho más brillante de lo que los expertos predijeron en un principio y, si consigue aguantar sin desintegrarse un poco más, podría verse en el cielo como un punto tan luminoso como Venus. Y a simple vista.

Poco después de su descubrimiento, Atlas comenzó a crecer más y más. Los astrónomos calculan que a finales de mayo, principios de junio podría darse su mayor pico de luminosidad, ya que se encontrará a su mínima distancia del sol, 37,8 millones de kilómetros de nuestra estrella. Y será reconocible no solo por la intensidad, sino porque su color será de un tono verdoso que revelará que la ubicación del cometa.

La trayectoria del cometa en el cielo con marcadores de 7 días
La trayectoria del cometa en el cielo con marcadores de 7 días – Tomruen/CC BY-SA 4.0/Wikimedia Commons

Según los cálculos de los investigadores, desde el mes de febrero ha pasado de magnitud +17 a magnitud +8 en marzo (a menor magnituz, mayor luminosidad: Por ejemplo, Venus tiene -4,4 y la Luna -12,6), lo que quiere decir que el brillo es 4.000 veces mayor. A este ritmo, que ha pillado por sorpresa a los astrónomos, podría ser visible a simple vista en zonas de poca contaminación lumínica en tan solo un par de semanas.

Es normal que un cometa se vuelva más brillante a medida que se acerca al Sol: formados por un amasijo de hielo, polvo y rocas, sus componentes se queman y se liberan los volátiles congelados. Sin embargo, por esto mismo es impredecible su destino. Puede que antes de llegar a su máximo esplendor su estrucutra no aguante y acabe hecho añicos por completo antes de lo previsto. Pero, si Atlas resiste, los investigadores calculan que podría alcanzar una magnitud de +1 a -5, incluso pudiendo ser visible a la luz del día.

Dónde mirar

Atlas posee una cola de hasta 300.000 kilómetros, más del doble del diámetro de Júpiter. Se trata de una cola verde que se produce a medida que el carbono y el gas cianuro dentro del cometa se ionizan a medida que se acerca a nuestra estrella anfitriona.

Ahora se encuentra en la constelación de la Osa Mayor. En abril será visible a mitad de camino en el cielo del noroeste en la noche en la constelación de Perseo-Camelopardails y en junio en la constelación de Orión en el cielo del noreste en la mañana y potencialmente visible a simple vista.

Aparte, nuestra ubicación en el hemisferio norte nos da una vista privilegiada del evento. De hecho, si Atlas consigue aguantar, el espectáculo podría estar a la altura de la luminosidad que nos el cometa Hale-Bopp en 1997. Curiosamente, Atlas sigue un camino casi idéntico al famoso Gran Cometa de 1843, un supercometa del que existen grabados de la época remarcando su enorme cola. De hecho, algunos expertos creen que Atlas podría ser una escisión de éste.