FUENTE: AFP
Los líderes de las 20 economías más importantes del planeta prometieron inyectar más de 5 billones de dólares en la economía y hacer «frente unido» para limitar los efectos del nuevo coronavirus y el riesgo de recesión, en un cumbre virtual presidida por Riad.
Las negociaciones llegan entre críticas de que el grupo ha sido lento en enfrentar las consecuencias de la pandemia, que ha dejado casi 22.000 muertos y obliga a 3.000 millones de personas en el mundo a quedarse confinadas en sus casas.
Bajo la presidencia del rey Salmán de Arabia Saudita, el presidente de Estados Unidos Donald Trump y el presidente ruso Vladimir Putin y los otros dirigentes del G20 se unieron a esta reunión de urgencia por videoconferencia.
Frente a un virus «que no conoce fronteras», los miembros del G20 también pidieron «solidaridad», «transparencia» y la cooperación con las instituciones internacionales para «restablecer la confianza, preservar la estabilidad financiera y reavivar el crecimiento», según una declaración conjunta.
«Estamos inyectando más de 5 billones de dólares en la economía mundial (…) para contrarrestar los impactos social, económico y financiero de la pandemia», señalaron.
Según una fuente china, de los 5 billones, China, de donde surgió la epidemia, «comunicó» la cifra de 344.000 millones de dólares, principalmente en medidas fiscales.
Durante la reunión, el presidente chino Xi Jinping pidió a los países del G20 reducir sus tasas aduaneras para dar una señal de confianza a la economía mundial, un tema espinoso entre Pekín y Washington.
Ayuda a los más pobres
Los 20 países más industrializados del mundo intentan evitar la recesión en sus economías, paralizadas por las medidas de contención del virus.
El miércoles la agencia de calificación financiera Moody’s estimó que el Producto Interior Bruto (PIB) del conjunto de países del G20 se contraerá un 0,5% este año, con una caída del 2,0% de la economía estadounidense y de 2,2& en la eurozona.
«Las economías del G20 sufrirán un choque sin precedentes en la primera mitad del año y se contraerán en el conjunto del año», prevé la agencia.
Las grandes economías, como Estados Unidos, aprobaron enormes planes de apoyo pero la gran preocupación se cierne en torno a los países más pobres, cuyas estructuras sanitarias no pueden encarar una crisis como la que se avecina.
El G20 instó en su comunicado a las instituciones internacionales, entre ellas la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a «ayudar a los países emergentes y en desarrollo a hacer frente a estos choques sanitarios, económicos y sociales del COVID-19».
En su discurso inaugural, el rey Salmán hizo hincapié en «tender una mano amiga a los países en desarrollo (…) permitiéndoles reforzar sus capacidades y mejorar sus infraestructuras para que superen esta crisis y sus repercusiones».
En ese sentido, el FMI y el Banco Mundial habían pedido el miércoles a los líderes del G20 que convenzan a los países para aplazar el pago de la deuda de las naciones más pobres.
Por su parte el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, también pidió al G20 que apoye a «los países con ingresos débiles o medios», en particular a los del África subsahariana.
Un G20 «ausente»
La división actual de los líderes mundiales contrasta con las cumbres del G20 posteriores a la crisis financiera de 2008, cuando el grupo se movilizó para ayudar a los países más vulnerables.
«El G20 está ausente, a diferencia de 2008», dijo Ian Bremmer, presidente y fundador de la consultora Eurasia.
El miércoles el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo criticó a China por una presunta «campaña intencionada de desinformación» sobre el coronavirus, en una reunión a distancia del G7 que terminó sin comunicado conjunto.
En la cumbre del jueves también participaron otros países particularmente afectados por la pandemia, como España, Jordania, Singapur y Suiza, así como representantes de Naciones Unidos, el Banco Mundial y la Organización Mundial de Salud (OMS) y de Comercio (OMC).
Del G20 forman parte también Argentina, que decretó un confinamiento de dos semanas, y México y Brasil, que por el momento adoptaron una política menos drástica frente a la pandemia.