En un mundo sin electricidad ni Internet, Bitcoin encontraría alternativas para prosperar, argumenta Andreas Antonopoulos.
FUENTE: COINTELEGRAPH
¿Qué pasaría si el mundo fuera golpeado por otro gran desastre, pero esta vez, incluyera una falla eléctrica global? ¿Sobreviviría Bitcoin (BTC), prosperaría, qué pasa con los bancos? Tenemos las respuestas.
Bitcoin consume cantidades masivas de electricidad y con el constante crecimiento de la red, este número sólo aumentará. El protocolo de Bitcoin se basa en Internet para la comunicación. Por lo tanto, si de repente, si hubiera una interrupción en las redes eléctricas del mundo, se podría concluir que esto condenaría a la criptmoneda.
Bitcoin no necesita Internet
Sin embargo, Andreas Antonopoulos no está de acuerdo. Él cree que la naturaleza descentralizada de Bitcoin, en combinación con su capacidad de confiar en modos de comunicación alternativos, demostraría ser mucho más resistente que el sistema bancario tradicional:
«De hecho, predeciría que si tuviéramos un fallo eléctrico masivo o un desastre natural que dañara la infraestructura como Internet o la red eléctrica, Bitcoin sería una de las primeras cosas en volver. Y la razón de ello es que Bitcoin no sólo es un sistema de autofinanciación, sino también por la descentralización de los usuarios, operadores de nodos y mineros que tendrían muchos, muchos incentivos para reconstruir la infraestructura local de una forma muy descentralizada. Recuerden que Bitcoin no necesita Internet para intercambiar transacciones y bloques».
Además, Antonopoulos señala que Bitcoin podría depender de los satélites, la radio o las líneas telefónicas para la comunicación, en su lugar. En su opinión, Bitcoin sería el primero en recuperarse. Mientras que para que el sistema financiero global se recupere a sí mismo en un mundo sin redes eléctricas confiables, eso probablemente tomaría meses, si no años.
Los gobiernos pueden destruir el precio, no Bitcoin
Antonopoulos cree que los ataques políticos presentan un peligro mucho más inminente para Bitcoin, especialmente los «furtivos»:
«Me preocupan los ataques políticos, especialmente los furtivos, como cambiar el estatus fiscal de la criptomoneda para llevarla a la clandestinidad. Y creo que tal impuesto podría alienar a una gran parte de la clase media e inversores especulativos que no se arriesgarán a oponerse al gobierno para usar Bitcoin.»
Sin embargo, llega a la conclusión de que, aunque esto afectaría al precio y dificultaría la adopción, no destruiría el «sistema»:
«El precio puede ser atacado de muchas maneras diferentes. Y esos ataques pueden hacer que el precio baje de forma bastante dramática y tal vez, incluso durante largos períodos de tiempo. Pero no cambiarán ni los fundamentos monetarios ni el funcionamiento técnico de la red.»
Bitcoin ha demostrado hace tiempo que su sistema es robusto. En 11 años de operación, la red no ha tenido ningún tiempo de inactividad.