FUENTE: MARCA
El ciclista belga mostró en Siena cómo hay que correr una clásica. Semiclásica para los más puristas. Maximilian Schachmann saltó de un grupo selecto de favoritos a falta de 22 kms cuando el terreno era favorable. Van Aer le siguió y ahí comenzó a forjarse su victoria. El belga atacó al de Bora-Hansgroh a falta de 12 km y desde ahí hizo el recorrido en solitario hasta la Piazza del Campo.
Por detrás Schachmann y Formolo lucharon por alcanzar al cabeza de carrera, y durante muchos kilómetros estuvieron en torno a 10 segundos de distancia. Pero el ciclista de Jumbo-Vista se mostró fortísimo rodando y finalmente se rindieron. Tuvieron que conformarse con el segundo puesto del italiano y el tercero del alemán, quienes finalmente llegaron a 30 y 32 segundos respectivamente.
Es una prueba de que estoy en el más alto nivel ahora. Ganar la Strade Bianche con sólo 25 años es un gran logro» Wout van Aert a la organización
Las primeras intentonas del día no fueron exitosas. Tampoco lo sería la de Jakob Fuglsang, quien lo probó a falta de 50 km. Tras ello, cuando 42 kms distanciaban la meta de Siena, se formó un grupo de cabeza de gran nivel: Fugsland, Schachman, Van Avermaet, Van Aert, Bettiol y Formolo. Ya se intuía que ahí podría estar la victoria de esta prueba, la cual estuvo pasada por el polvo que provocaban el calor y los once segmentos de gravilla.
La Strade Bianche, primera de las carreras de un día en 2020, no defraudó. Sí lo hicieron los principales favoritos. Ninguno de ellos entró en el podium. Jakob Fuglsang llegó a 2′ 55» como quinto clasificado. Zdenek Stybar tras él a 3′ 59′, mientras que Greg van Avermaet fue octavo, llegando a la meta 4′ 27» más tarde que Van Aert. Julian Alaphilippe, vencedor en 2019, y Peter Sagan, tricampeón del mundo, dejaron de competir cuando quedaban más de 50 kms para la meta. Nibali abandonó tras dos pinchazos y una caída sin graves consecuencias.