El pasado año y este ha obligado el encierro de las personas por la pandemia del Covid-19, sin embargo para Joaquín Sabina, ha sido fructífero después de aquella caída hacia el vacío que dejó a sus fieles en vilo tras su última actuación en el WiZink Center de Madrid el 12 de febrero de 2020. En esa oportunidad lo acompañaba ante el público: Joan Manuel Serrat. Situación que lesionó el hombro izquierdo y un coágulo del que fue operado en el ocaso de la vieja normalidad.

Dijo Sabina “De la caída, a pesar de dos operaciones, me recuperé, yo diría que hasta religiosamente, rápido y bien”. Así concluyó la última gira por España y América Latina que había hecho otra vez con éxito y llenos a rebosar junto a Serrat.

Reseñó El País que no es Sabina un hombre de agendas ni de obligaciones. Todo lo que le huela a deber, le repele. Activa en su mente y su voluntad un mecanismo de defensa consciente e inconsciente que lo rebela contra citas, horarios, compromisos y obligaciones. Es feliz en su casa de Tirso de Molina, en pleno centro de Madrid, donde a menudo los vecinos dudan que viva porque difícil es encontrárselo por los alrededores.

Ahora dedica un largo tiempo a componer y escribir poemas. Ha creado, afirma, más de lo último que de lo primero, si es que en su caso existe alguna diferencia. Incluso, concreta: “Más sonetos que canciones, me han salido”, asegura el autor de Ciento volando de catorce, publicado por Visor. La música le va saliendo, también: “Ya tengo incluso un diseño de textos para un disco”, asegura. ¿Y el título? Ninguno pensado, de momento. Lo que está claro es que será producido por Leiva y que varias letras las ha hecho en colaboración con el poeta Benjamín Prado: una fórmula de éxito, como ocurrió ya con su último disco, Lo niego todo.

Afirmó el reconocido artista que “estoy deseando volver a los escenarios, recorrer España y Latinoamérica”. Algo natural en quien suele decir este año a sus amigos que las canciones se hacen para cantárselas a alguien. No tienen sentido si no, cree con razón Sabina.

Joaquín Ramón Martínez Sabina, conocido artísticamente como Joaquín Sabina, de 72 años, es uno de los artistas más respetados de las últimas décadas, con millones de discos vendidos, libros publicados, giras de conciertos en las que ha recibido el cariño de millones de personas que se saben las letras de todas y cada una de sus melodías. (S. R. ).

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