La venta de los NFT podrán variar a medida que este universo vaya tomando forma, según algunos observadores pero nadie prevé que el nuevo mercado del arte colapse.

Su tecnología está detrás de la obra digital subastada el pasado jueves en 69,3 millones de dólares en Christie’s o de la venta del primer tuit de Jack Dorsey: los coleccionistas se están apoderando de los NFT, objetos digitales inviolables, que prometen ser una revolución para el mercado del arte.

El non-fungible token, NFT, pieza no fungible, es un objeto virtual, ya sea un dibujo, una animación, una pieza musical, una foto, un extracto de video, al que se le asocia un certificado de autenticidad. Este documento está incluido en un inventario llamado «blockchain», considerado inviolable.

El objeto virtual, que en realidad es un archivo de computadora, se puede intercambiar o revender, con su certificado.

Hasta ahora, y a pesar de la omnipresencia de internet, la venta o el intercambio de archivos digitales como objetos de colección estaban limitados a un nicho de mercado determinado.

Casi todos los coleccionistas preferían los objetos físicos, pinturas, esculturas, botellas de vino o zapatillas deportivas.

Además de la costumbre, uno de los obstáculos para el desarrollo del mercado del arte digital fue el miedo a las copias.

Con el NFT, las copias aún son posibles, pero solo un archivo dispondrá de un certificado de autenticidad, que no se podrá replicar.

Para ello hay que pasar por alguna de las plataformas especializadas, como Rarible u OpenSea, en las que descargar el archivo que se convertirá en «NFT».

Para realizar la operación, se deberá pagar una tarifa, a menudo inferior a 30 dólares por archivo.

Esta comisión se pagará en criptomonedas, la mayoría de las veces Ether, una de las más utilizadas, junto a Bitcoin.

Una vez en la plataforma, el creador del NFT podrá venderlo.

También podrá establecer, de forma anticipada, el porcentaje que recibirá sobre todas las posibles reventas de este archivo por parte de otros internautas.

A la vista de las transacciones más recientes, ya representa varios miles de millones de dólares.

El jueves, la obra digital Everydays’: the First 5.000 Days fue vendida en 69,3 millones de dólares por Christie’s.

Las otras grandes casas de subastas están considerando activamente establecer su propia venta NFT, según una fuente cercana a una de ellas.

El jueves, dos imágenes creadas en la plataforma CryptoPunks se vendieron en 7,3 millones de dólares cada una. Y al fundador de Twitter, Jack Dorsey, le ofrecieron 2,5 millones de dólares por el NFT de su primer tuit.

Según algunos observadores los precios de venta de los NFT podrán variar a medida que este universo vaya tomando forma, pero nadie prevé que el nuevo mercado colapse.

Muchos incluso creen que hay NFT cuyo precio de venta está infravalorado porque el mercado aún es joven.

Para el comprador de Everydays, que se esconde tras el seudónimo de Metakovan, la obra vendida el jueves «vale mil millones de dólares».

«Mi predicción es que a lo largo de los años, el consenso sobre los objetos digitales pasará de ‘este material ni siquiera es real y no vale nada’, ‘es la mejor manera de verificar la propiedad, la rareza y la autenticidad'», escribió a comienzos de enero el inversor Jonathan Bales en lo que ha sido considerado como el texto de referencia sobre el tema. (S. R. ).

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