Juliette de Rivero, Alta Comisionada de los Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, ONU en Colombia, hizo un llamado al diálogo en medio de las protestas y represión que se vive en la nación neogranadina, mientras rechazó los ataques sufridos por la Minga indígena en Cali.
La representante de la ONU manifestó su gran preocupación, además solicitó investigar y sancionar el ataque que deja por lo menos ocho indígenas heridos, entre ellos varias mujeres lideresas y defensoras.
«Llamamos a la calma a todas las personas, especialmente en Cali, y al respeto a la vida y los derechos fundamentales. La garantía de DDHH se obtiene a través del diálogo y la no violencia. Urgimos: no más violencia, no más violencia», escribió en su cuenta de la red social Twitter.
Al mismo tiempo, el congresista Roy Barreras cuestionó este lunes la breve visita del presidente de Colombia, Iván Duque, a Cali poco después de ordenar la militarización de esa urbe con el mayor despliegue de capacidades de la Fuerza Pública.
«Presidente: ni el reclamo popular ni el violento desorden público encuentran soluciones reales y duraderas con una temerosa visita clandestina de tres horas en la madrugada», detalló en Twitter.
Barreras, quien es presidente de la Comisión de Paz del Senado, instó al gobernante a ir a Cali a dialogar, a escuchar a la gente, a proponer soluciones para los jóvenes, citó Prensa Latina.
Es de recordar, que la noche del domingo, el mandatario dio instrucciones a los ministros del Interior y Defensa, Daniel Palacios y Diego Molano, respectivamente, para militarizar esa urbe y «garantizar el mayor despliegue que se tenga de capacidades de la Fuerza Pública».
Llamó a aplicar la ley seca, levantar los bloqueos y a los integrantes del Consejo Regional Indígena del Cauca a que retornen a sus resguardos.
En este sentido, la policía responsabilizó a las comunidades ancestrales del enfrentamiento, pero Feliciano Valencia, senador por el Movimiento Alternativo Social e Indígena, rechazó tales acusaciones.
«Miente, porque la Guardia Indígena no está armada, tampoco saqueó casas ni comercios, no somos ladrones ni vándalos. Fueron civiles armados protegidos por la policía quienes atacaron a la minga desarmada», denunció.
De acuerdo con numerosas denuncias, sicarios en complicidad con la policía dispararon con armas de fuego a los representantes de los pueblos originarios de Colombia con saldo de alrededor de una decena de jóvenes heridos, pertenecientes a la Guardia Indígena del Consejo Regional Indígena del Cauca.
Entre ellos se encontraba Daniela Soto, lideresa de la Agenda Joven del Cauca, coordinadora del Programa Jóvenes CRIC y quien hace parte de la Iniciativa ProDefensoras.
Además en 12 días de protestas, se registraron 47 personas asesinadas en el contexto del Paro Nacional, de ellas 39 a manos de la fuerza pública, denunció Temblores ONG, un colectivo que actualiza y fundamenta los casos de violencia en estas manifestaciones.
También el senador por Alianza Verde Antonio Sanguino advirtió que el presidente Duque escogió el camino equivocado para resolver la crisis en Cali, lo que señaló como «encerrarse aún más en Palacio y acudir a la Fuerza Pública que actúa junto con civiles armados violando los Derechos Humanos de la población».
Desde el pasado 28 de abril, las protestas no cesan en esta nación suramericana, por ello, empezó como un reclamo contra una lesiva reforma tributaria, se convirtió en una ola de movilizaciones multitudinarias atacadas por policías y vestidos de civil.
Recalcó la Prensa Latina que algunas marchas son varias de las constantes en este escenario de represión que vive Colombia, con bombas lacrimógenas, chorros de agua, disparos con armas de fuego y helicópteros sobrevolando.
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