La nave Mars Express de la ESA y el rover chino Zhurong Mars concretaron en noviembre una serie de pruebas experimentales en Marte: trabajan en el desarrollo de un nuevo sistema de comunicación que podría dinamizar el flujo de datos entre las misiones espaciales y la Tierra.
Mars Express de la ESA llevó a cabo una serie de pruebas experimentales de comunicación con el rover chino (CNSA) Zhurong Mars. La nave espacial capturó con éxito los datos enviados «a ciegas» por el rover en Marte y los transmitió a la Tierra, donde fueron enviados al equipo de Zhurong en China. Los investigadores esperan realizar más pruebas en el futuro para continuar experimentando y mejorar aún más este método de comunicación entre misiones espaciales.
Con misiones en desarrollo o programadas de todas las grandes agencias espaciales, Marte se ha convertido en el objetivo prioritario para la humanidad en el espacio: además de la llegada de rovers y vehículos de exploración, en las próximas décadas se prevé el desembargo de misiones tripuladas al planeta rojo e, incluso, el establecimiento de las primeras colonas y bases humanas.
Pero la terraformación o adecuación de Marte a las necesidades humanas y a las características de la Tierra también requiere de otro ingrediente clave: la comunicación entre naves espaciales, rovers y nuestro planeta. Mientras que en la Tierra la comunicación es algo tan cotidiano y presente desde la irrupción de la revolución digital, en Marte la realidad es otra: sus condiciones y el clima espacial obligan a crear nuevas tecnologías y herramientas.
Comunicación unidireccional
Ahora, la agencia espacial europea (ESA) y su homóloga china (CNSA) han comenzado a realizar pruebas en torno a un nuevo esquema tecnológico que podría simplificar y agilizar la transmisión de datos entre vehículos y naves espaciales en Marte y desde el planeta rojo hacia la Tierra. Según una nota de prensa, durante el mes de noviembre han probado con éxito un sistema de comunicación unidireccional que hasta el momento no se había empleado en Marte.
Los vehículos de aterrizaje y los rovers recopilan datos que buscan aclarar diversas cuestiones sobre la geología, la atmósfera, el ambiente, las características de la superficie, los recursos y el potencial de vida en Marte. Esta información debe enviarse a la Tierra, por eso en principio los rovers transmiten los datos a una nave espacial en órbita alrededor de Marte. Posteriormente, los orbitadores utilizan transmisores mucho más grandes y potentes para enviar la información a través del espacio hacia la Tierra.
El esquema habitual es bidireccional: orbitadores como Mars Express envían primero una señal a un rover, un saludo inicial. Posteriormente, el rover envía una respuesta para establecer comunicaciones estables y comenzar el intercambio bidireccional de información. Sin embargo, para que este esquema funcione el sistema de radio del rover necesita ser compatible con el que posea el orbitador.
En este caso, las frecuencias de comunicación empleadas por el orbitador de la ESA son diferentes a las utilizadas por el rover chino Zhurong Mars. Como la comunicación bidireccional no es posible, los científicos y técnicos imaginaron otra alternativa: Zhurong podría transmitir una señal usando una frecuencia que Mars Express pueda recibir.
Prueba exitosa
Como la radio de retransmisión de Mars Express dispone de un modo que permite esta comunicación unidireccional, el sistema ha resultado exitoso: básicamente se trata de una comunicación “a ciegas”, ya que el rover chino no puede comprobar si el mensaje enviado ha llegado efectivamente a destino, al no poder recibir las respuestas del orbitador europeo.
Más allá de esta limitación, la técnica ha superado diferentes pruebas: los datos que envió Zhurong Mars lograron ser captados por el orbitador de la ESA y retransmitidos a la Tierra. Los datos llegaron al centro de operaciones espaciales ESOC de la ESA en Darmstadt, Alemania, gracias a las antenas de comunicación del espacio profundo. Luego se enviaron al equipo de Zhurong en el Centro de Control de Vuelo Aeroespacial de Beijing, en China, quien confirmó el éxito de la prueba y la calidad de la información recibida.
El nuevo esquema podría ser eficiente en estos casos, sobretodo teniendo en cuenta que en los próximos años Marte recibirá “visitantes” de distintas naciones y continentes, entre los cuales es difícil que exista una compatibilidad total en términos de frecuencias de comunicación. Los investigadores ya están trabajando para mejorar la técnica hacia el futuro.
Fuente: invdes.com.mx