Dr. Carlos G. Jaime M.
La época de navidad es una época en especial en Venezuela, y si bien se trata de la más importante de las fiestas cristianas puesto que se centra en el nacimiento del niño Jesús, su celebración tiene doble significación para el pueblo cristiano o no, ya que no es solo religiosa sino también socio-cultural, siendo la misma incluyente y convocante en su máxima expresión, y por ello me entró la curiosidad por investigar un poco el tema.
Definitivamente somos un país rico en tradiciones producto de un largo proceso de mestizaje cultural entre pueblos indígenas originarios, con los europeos y africanos llegados hace 500 años, sumado a las sucesivas migraciones venidas a posteriori que han conformado la sociedad actual. La celebración se inicia los primeros días de diciembre y continúa hasta la fiesta de la candelaria que conmemora la purificación de la virgen 40 días después, y una de las más hermosas tradiciones es la construcción “del pesebre” los primeros días, siguiendo el ejemplo de San Francisco de Asís; aunque en el siglo XX se le incorporó el arbolito de origen europeo.
Tradicionalmente comienza el primer domingo decembrino en los estados Aragua y Carabobo con la Romería de los pastores en procesión dancística posterior a la misa. A partir del 15 comienza la novena con las misas de aguinaldos en las que se cantan villancicos y parrandas, a las 5 am, y posterior a las mismas las patinadas con desayunos a base de pasteles y chocolate caliente. ¡Ah que tiempos!
En las cenas del 24, y el 31, de las que Sumito Estévez-célebre chef venezolano ha dicho-.” Es el único país que, en dos determinadas fechas en el año, toda su población se reúne en la mesa y a una misma hora, disponiéndose a cenar con idénticos platos típicos, con variaciones de los mismos de acuerdo a la región”. Son emblemáticos La Hallaca, el pernil, y la ensalada de gallina acompañados con el pan de jamón, finalizando con la torta negra y el dulce de lechosa (papaya), y lo bonito de ello, es que toda la familia e incluso algunos amigos, se reúnen para elaborar las hallacas lo días previos.
El 28 se conmemoran los santos inocentes con algunas danzas tradicionales como el de las Locainas en los estados Mérida, Trujillo y Portuguesa, y en el estado Lara La Zaragoza. En Caicara de Maturín del Edo. Monagas la fiesta del mono, baile bufo proveniente de un rito indígena, y en Naiguatá y Osma en el Edo. Vargas organiza otra fiesta llamada “el gobierno de las mujeres”, actuando éstas como varones.
En los Estados Mérida y Táchira, el 31 “La quema del año viejo” cuando se construye un muñeco de regular altura, relleno con juegos pirotécnicos, despidiendo el año y recibiendo el nuevo, que sirve para ridiculizar a algunos personajes por lo general de la política. En otros pueblos como en el Cobre en el Edo. Táchira, alguien compone unas coplas chismosas declamadas a voz de cuello en la plaza Bolívar, “sacando trapos al sol” de los vecinos.
Del 4 a 7 de enero en Mérida, Trujillo y Táchira la fiesta de los reyes magos, y en este último Estado especialmente en el pueblo de Capacho se hace una gran celebración que atrae muchos visitantes. Otra tradición de los estados andinos es la “paradura del niño” con distintas modalidades, buscando y encontrando al niño los “padrinos”, luego desfilando y consumiendo vino y una especie de torta llamada Ponqué. Finalmente, entre el 3 y 4 de febrero, en Mérida se celebra la fiesta de la candelaria con el “baile de los Vasallos” dando punto final a las celebraciones navideñas.
Como se puede ver en este apretado relato, somos un país con sincretismo cultural, pero lamentablemente en las últimas 2 décadas por malhadada gestión gubernamental, la situación socio-económica se ha ido deteriorando progresivamente dando al traste con las tradiciones. Ya los pesebres son muy modestos, el arbolito es un chamizo con algunas luces, las misas de aguinaldos en algunas parroquias son a las 6 de la tarde, y la cena navideña y de fin de año verdaderamente frugal, olvidando la libación y el tradicional intercambio de regalos.
FELICES PASCUAL Y QUE EL 2022, NOS TRAIGA PAZ Y LO QUE TANTO ANHELAMOS. AMEN.