Después de un año y seis meses de su último título, el Real Madrid acabó con su sequía y levantó la Supercopa de España. Ante el Athletic, los madridistas fueron superiores y se llevaron una justa victoria en la final (0-2) gracias a una genialidad de Luka Modric, un penalti transformado por Karim Benzema y una sublime parada de Courtois –en una pena máxima lanzada por Raúl García–.

En pleno debate sobre la apuesta por el contragolpe, ante el Barça, del conjunto madridista, en esta ocasión no cedieron el balón los de Ancelotti y dominaron a un Athletic que fue el que buscó las rápidas transiciones. Fue precisamente una galopada de Iñaki Williams la que generó la primera llegada clara, pero David Alaba, ya recuperado, la desbarató (el balón le dio en la mano, pero la tenía apoyada en el suelo).

Un disparo de Benzema desde la frontal ante el que se lució Unai Simón fue la mejor ocasión de un Real Madrid que, pese a que dominaba a su rival, no encontraba la manera de hacerle daño, con Vinícius bien atado.

Desde la otra banda, en la derecha, de donde nació el tanto que abría el marcador. Rodrygo arrancó con potencia, cedió a Luka Modric y el latigazo del croata se coló en la meta bilbaína.

Marcelino no tardó en mover el banquillo y tras el descanso metió a Nico Williams, héroe ante el Atlético de Madrid, para tratar de revolucionar el choque, tal y como sucediera el jueves. El extremo, eso sí, tendría un duro rival enfrente, un Mendy impecable durante toda la competición.

Sin embargo, no tardaron los de Carlo Ancelotti en ampliar la diferencia. Un chut de Benzema dio en el brazo de Yeray Álvarez y el VAR avisó al colegiado para que revisara la jugada. Soto Grande acudió al monitor y señaló los once metros, desde donde no perdonó el propio Karim con un lanzamiento potente que superó a Simón pese a que este adivinó la dirección.

El Madrid se dejó querer entonces, ya con Fede Valverde en el campo para apuntalar aún más el medio. El dominio pasó a ser de un Athletic necesitado, pero los blancos estaban cómodos defendiéndose con orden y lanzando veloces contras. Eso sí, sin el acierto del día del Barça por la imprecisión en el penúltimo pase de los atacantes madridistas.

Más tarde, otro penalti, de nuevo visto por el VAR, pudo dar emoción a la recta final. Un gran centro de Yuri lo remató Raúl García y el balón dio en la mano de Militao, casi sobre la línea. El colegiado, además, sacó la roja al brasileño, que dejaba con 10 al Madrid a unos minutos del final. Si lo transformaba, el Athletic se metía en el partido. Pero entonces emergió Courtois y su gigantesca figura. El propio Raúl García fue el encargado de lanzarlo y su potente y centrado disparo se encontró con una pierna del meta belga, en una fantástica parada ‘estilo balonmano’ que cerraba el título para el Real Madrid.

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