Exactamente en el pico Las Campanas, a dos horas de La Serena, en el majestuoso desierto de Atacama, en Chile, se está instalando el telescopio más grande del mundo, llamado Gigante de Magallanes o Giant Magellan Telescope.
El aparato óptico destaca por ser 10 veces más poderoso que el Telescopio Espacial Hubble y cuatro veces más que el James Webb. Las instalaciones y el equipamiento en el lugar proviene de Estados Unidos y el proyecto estará albergado en un recinto de 22 pisos de altura y 4.800 toneladas métricas. Tendrá una estructura de acero de 2.000 toneladas.
La misión de los expertos con este enorme telescopio es buscar signos de vida en el espacio, especialmente en los exoplanetas.
Según el reporte de Diario Financiero, el gigante de Magallanes permitirá proporcionar el campo de visión más amplio del universo, con siete de los espejos más grandes del mundo, cada uno de ellos de 78,4 metros. Según Robert Shelton, presidente de Giant Magellan Telescope Corporation (GMTO, por sus siglas en inglés), cuando el telescopio esté operativo alvergará el 70% de la capacidad de observación de la Tierra.
Es la GMTO la que está detrás del diseño, construcción y operación del telescopio más grande del mundo, que depende de un consorcio conformado por 13 universidades e instituciones de Estados Unidos, Corea del Sur, Israel, Brasil y Australia.
El objetivo del gigante de Magallanes
La misión en Chile de este observatorio será descubrir vida en el universo. Para Shelton, “el observatorio es como una máquina del tiempo que nos permite retroceder y entender cómo se formaron las galaxias”.
“Cómo estamos compuestos, no solo físicamente sino también intelectual, emocional y espiritualmente. Ahí afuera encontraremos cosas que ni siquiera podemos imaginar”, manifestó.
El físico valoró el hecho de que las instalaciones estén en el desierto de Atacama: “He estado en varios observatorios, esperaba que fuera aislado y desierto. Pero lo que más me llamó la atención fue la belleza del silencio allá arriba. Es el lugar apropiado”.
Shelton destacó que si bien Atacama alberga varios lugares astronómicos, además de prestarse para competir, también podrían surgir colaboraciones: “Todos los observatorios necesitamos cielos oscuros y velar para que no exista contaminación lumínica”.
Además de trabajar en territorio nacional, Robert Shelton espera reunir a filántropos e inversionistas chilenos para que sean parte del proyecto del telescopio gigante de Magallanes.
Fuente: fayerwayer.com