Existen diversas maneras de mejorar la experiencia de nuestras mascotas al comer, con cambios sencillos pero que pueden repercutir positivamente en su calidad de vida.
La comida es vida, pero hay maneras y maneras de disfrutarla y a veces no prestamos toda la atención que deberíamos al modo en que alimentamos a nuestras mascotas. Hay muchas pequeñas cosas que podemos hacer para que la hora de la comida sea más placentera, variada e incluso divertida para nuestras mascotas. Estas son algunas de ellas.
COMEDEROS ELEVADOS
Una de las maneras más sencillas de mejorar la calidad de las comidas es usando comederos elevados en lugar de los más habituales que se colocan directamente sobre el suelo. Aunque su utilidad puede variar según las necesidades de cada animal, hay algunas situaciones en las que pueden tener varios beneficios:
Mejora de la postura: La principal ventaja de los comederos elevados es que pueden ayudar a que las mascotas adopten una postura más natural y cómoda al comer o beber, especialmente las de mayor tamaño. Al elevar el plato de comida a la altura adecuada, la mascota no tiene que inclinar su cabeza hacia abajo, lo que puede ser especialmente beneficioso para animales con problemas en el cuello, la espalda o las articulaciones. En particular, las mascotas grandes o ancianas pueden beneficiarse de los comederos elevados, ya que no necesitan agacharse tanto para comer. Esto puede ser especialmente útil para animales con artritis u otras condiciones que afecten su movilidad.
Mejora de la digestión: Los perros – especialmente los de gran tamaño – y en menor medida los gatos tragan aire mientras comen, lo que puede causar molestias digestivas y provocar la regurgitación o el vómito después de comer. Un comedero elevado puede ayudar a reducir este problema al mantener la cabeza en una posición más alta: así se reduce la cantidad de aire que ingieren durante las comidas, lo que puede contribuir a una mejor digestión.
Reducción del estrés: Algunos animales pueden ser más propensos a la ansiedad o el estrés cuando tienen que agacharse para comer, especialmente si hay otros animales cerca. Un comedero elevado puede proporcionarles un ambiente más tranquilo y relajado para comer, ya que pueden mantener la vista al frente y se sienten menos vulnerables.
Mayor higiene: Al elevar los comederos, se evita que los platos entren en contacto con el suelo, lo que puede ayudar a mantenerlos más limpios y reducir el riesgo de contaminación de la comida y del agua.
ALFOMBRILLAS DE ENRIQUECIMIENTO
Una manera interesante y útil de complementar las comidas es con las mantas o alfombrillas de enriquecimiento. Estas alfombrillas tienen una superficie con diferentes pliegues, bolsillos y recovecos en los que se pueden esconder pequeñas porciones de comida, golosinas o premios. Los perros deben utilizar su sentido del olfato y sus habilidades de búsqueda para encontrar y extraer la comida de los pliegues de la alfombrilla.
Las alfombrillas de enriquecimiento están diseñadas para proporcionar a los perros estimulación mental y física a través del olfateo y la búsqueda de alimentos o premios. Están hechas con materiales suaves y resistentes e imitan entornos naturales en los que los perros tendrían que buscar comida o rastrear olores, lo que promueve su instinto de búsqueda y olfateo, además de proporcionarles una actividad mentalmente enriquecedora.
Estas tienen varios beneficios como:
Estimulación mental: El olfateo y la búsqueda son actividades que estimulan el cerebro de los perros. Trabajar para encontrar la comida o los premios ocultos en la alfombrilla los mantiene mentalmente activos y despiertos. Además, usar una alfombrilla de enriquecimiento ayuda a desarrollar y fortalecer su sentido del olfato, que es una de las principales formas en que los perros exploran el mundo que los rodea.
Reducción del aburrimiento y el estrés: Los perros que se aburren pueden desarrollar comportamientos no deseados, como masticar muebles o ladrar en exceso. Las alfombrillas de enriquecimiento les brindan una actividad entretenida y productiva, ya que la búsqueda y el olfateo son actividades naturales y reconfortantes para los perros y les ayudan a aliviar el estrés y la ansiedad al proporcionarles una forma de canalizar su energía de manera positiva. Son especialmente útiles para perros que pasan mucho tiempo en interiores o para aquellos que necesitan actividades adicionales para mantenerse ocupados y felices.
Desaceleración de la alimentación: Al ocultar la comida en la alfombrilla, los perros deben trabajar un poco más para obtener su comida, lo que puede ayudar a ralentizar su velocidad de alimentación y reducir el riesgo de trastornos digestivos.
Fortalecimiento del vínculo entre humano y mascota: Las alfombrillas de enriquecimiento pueden usarse como una actividad interactiva entre personas y perros: trabajar juntos para encontrar los premios en la alfombrilla puede fortalecer el vínculo entre ambos.
HELADOS Y COMIDA VARIADA PARA EL VERANO
En verano las mascotas sufren el calor más aún que los humanos, por lo que es muy importante mantenerlas frescas e hidratadas.
En el caso de los perros, una manera muy buena de hacerlo es fabricándoles helados caseros con ingredientes que puedan comer: muchas personas optan por el caldo de huesos que ya se vende preparado en tiendas de comida para animales, pero también se puede hacer con caldos caseros siempre que no lleven ningún ingrediente nocivo para ellos. Luego solo hay que congelarlos en moldes para helados y dárselos en las horas más cálidas del día.
Otra opción, especialmente en el caso de los gatos ya que suelen ser más quisquillosos respecto a lo que comen, es la comida húmeda. Esta no tiene que ser exclusiva del verano, pero sí es cuando resulta más útil ya que ayuda a que se mantengan hidratados y, además, el calor puede disminuir su apetito por la comida seca. La comida viene en diversas consistencias y, aunque cada animal tiene sus preferencias, las que vienen en forma de mousse son las más adecuadas. Además, si conviene se pueden mezclar con diversos productos veterinarios en forma de jarabe, indicados para diversos problemas como la falta de vitaminas, las alergias o la artritis.
Por otra parte, cada vez más gente opta por alimentar a sus mascotas – sobre todo perros – con dieta cruda, es decir, alimentos sin procesar. Sin embargo, esta opción siempre debería tomarse previa consulta con un veterinario que conozca el cuadro de salud de la mascota, además de un especialista en este tipo de alimentación, ya que hay que asegurarse de que la dieta esté equilibrada y no entrañe riesgos para la salud. En particular conviene recibir el consejo de una persona especialista respecto a la manipulación y preparación de la comida, ya que existe el peligro de que tanto el animal como la persona que la prepara se vean afectados por bacterias que pueden estar presentes en los alimentos crudos.
Fuente: nationalgeographic.com.es
