El Instituto Politécnico Nacional se embarcará en una misión histórica junto con la NASA, marcando la primera participación del IPN en la Antártida
El Instituto Politécnico Nacional (IPN) ha anunciado su participación en una misión sin precedentes junto a la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), que marcará un hito para la investigación científica en América Latina. Esta colaboración llevará al IPN a la Antártida por primera vez, donde desplegará un módulo propio en un ejercicio conjunto con la NASA y la Fundación Nacional de Ciencias de Estados Unidos (NSF).
La misión, programada para finales de 2024 y principios de 2025, tendrá como epicentro la base estadounidense McMurdo, ubicada en la isla Ross, en las proximidades de Nueva Zelanda, en el extremo del Polo Sur. Desde esta base, despegará el módulo politécnico EMIDSS-6 (Módulo Experimental para el Diseño Iterativo de Subsistemas Satelitales versión 6), marcando así un hito histórico para la institución mexicana.
El propósito principal de esta misión conjunta entre el IPN y la NASA es llevar a cabo la primera fase de instrumentación para la identificación de contaminantes en la estratósfera, con un enfoque particular en la detección de microplásticos. Esta iniciativa representa un paso significativo en la comprensión de la contaminación atmosférica a nivel global y sus posibles impactos en el medio ambiente y la salud humana.
El Centro de Desarrollo Aeroespacial (CDA) del IPN ha sido fundamental en la planificación y ejecución de esta misión, trabajando estrechamente con la NASA para diseñar y desarrollar el módulo EMIDSS-6. Este dispositivo estará equipado con instrumentos de última generación para la captura de imágenes y la recopilación de datos ambientales durante el ascenso a la estratósfera.
Trayectoria que seguirá el módulo EMIDSS-6 del IPN
El líder del proyecto, el investigador Mario Alberto Mendoza, ha enfatizado la importancia de esta misión para la investigación científica y la colaboración internacional en el campo de la exploración espacial. El módulo EMIDSS-6 seguirá una trayectoria de revolución de 15 días en la estratósfera, lo que permitirá obtener datos detallados sobre el entorno atmosférico en latitudes bajas.
Uno de los aspectos destacados de esta misión es la elección estratégica del sitio de lanzamiento en la Antártida. El vórtice polar presente en esta región proporcionará condiciones atmosféricas estables y consistentes, lo que facilitará la tarea de mantener el módulo a una altitud constante durante períodos prolongados.
Antes del lanzamiento previsto para finales de año, el módulo EMIDSS-6 será sometido a rigurosas pruebas técnicas y de compatibilidad electromagnética por parte de la NASA en julio. Además, se ha formado un equipo multidisciplinario compuesto por expertos del IPN, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO) y el Molina Center for Energy and the Environment (MCE2), entre otros.
Esta colaboración entre el IPN y la NASA representa un paso significativo hacia adelante en la investigación científica y la exploración espacial en América Latina. A medida que avanzamos hacia el futuro, se espera que esta misión no solo arroje luz sobre los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, sino que también inspire a las futuras generaciones de científicos y exploradores a alcanzar nuevas alturas en la búsqueda del conocimiento.
Fuente: debate.com.mx