Un antiviral nasal creado por investigadores del Colegio de Médicos y Cirujanos Vagelos de la Universidad de Columbia ha logrado bloquear la transmisión del SARS-CoV-2 en hurones, lo que sugiere que el aerosol nasal también puede prevenir la infección en personas expuestas al virus, incluidas las nuevas variantes.

El compuesto en el aerosol, un lipopéptido, está diseñado para evitar que el nuevo coronavirus ingrese al anfitrión células. Además, es económico de producir, tiene una vida útil prolongada y no requiere refrigeración. Estas características lo distinguen de otros enfoques antivirales en desarrollo, incluidos muchos anticuerpos monoclonales.

Los investigadores han utilizado hurones ya que son animales que se usan a menudo en estudios de enfermedades respiratorias porque sus pulmones son similares a los de las personas. Además, los hurones son muy susceptibles a la infección por el SARS-CoV-2 y el virus se transmite fácilmente de un hurón a otro.

En el trabajo, el cien por cien de los hurones no tratados fueron infectados por sus compañeros de jaula que excretan el virus, lo que se aproxima a un entorno como compartir una cama o condiciones de vida cercanas para las personas.

Los expertos crearon previamente lipopéptidos similares (pequeñas proteínas unidas a una molécula de colesterol o tocoferol) para prevenir la infección de las células por otros virus, incluidos los virus del sarampión, la parainfluenza y Nipah. Estos compuestos antivirales han sido difíciles de llevar a ensayos en humanos, en gran parte porque las infecciones que previenen son más frecuentes o graves en contextos de bajos ingresos.

Cuando surgió el SARS-CoV-2, los investigadores adaptaron sus diseños al nuevo coronavirus. “Una lección que queremos enfatizar es la importancia de aplicar la ciencia básica para desarrollar tratamientos para los virus que afectan a las poblaciones humanas a nivel mundial. Los frutos de nuestra investigación anterior llevaron a nuestra rápida aplicación de los métodos al COVID-19”, han apostillado los científicos.

En los experimentos con hurones, el lipopéptido fue inoculado en las narices de seis hurones. A continuación, se alojaron parejas de hurones tratados con dos hurones de control que recibieron un aerosol nasal de solución salina y un hurón infectado con SARS-CoV-2.

Después de 24 horas de intenso contacto directo entre los hurones, las pruebas revelaron que ninguno de los hurones tratados contrajo el virus de su compañero de jaula infectado y su carga viral era precisamente cero, mientras que todos los animales de control estaban altamente infectados.

“Incluso en un escenario ideal con grandes segmentos de la población vacunada, y con plena confianza y cumplimiento de los procedimientos de vacunación, estos antivirales formarán un complemento importante para proteger a las personas y controlar la transmisión”, han señalado los investigadores, quienes zanjan asegurando que la protección sería inmediata y duraría al menos 24 horas.

FUENTE: infosalus.com