Por: María Bettina Angulo
Instagram: @mabettina82
Actualmente se debate en el Congreso de la República de Colombia una nueva ley que tiene que ver con la forma de educar a los hijos, hablándole claro, pues el hecho de querer promulgar una ley que impida que se toque a un hijo para reprenderlo por algún hecho no debido, es exactamente discutir sobre la forma como cada quien educa a sus hijos.
No con este inicio quiero decir que no esté de acuerdo con ello, pero si pienso que deben existir normatividades que los cuidarán más de los peligros de la calle que de la casa. Cuando digo esto me refiero a que si un padre con un menor de 10 años, lo consigue consumiendo la dosis mínima permitida por las leyes de este país no podrá reprenderlo con un famoso chancletazo por ejemplo, porque éstas mismas se los impiden, como incongruente verdad.
A eso es a lo que me refiero cuando digo que discuten la educación de los hijos. Pienso que hay que estar en los zapatos de muchos padres o madres colombianos, pues donde se ve más violencia intrafamiliar es en las familias de escasos recursos, que son numerosas, que han sido separados o abandonados por algunos de sus miembros, que pasan necesidades y dificultades.
Debe haber mayor orientación psicológica para los padres, conocer las dificultades familiares que hay para evitar que algunos ellos se sobrepasen en los golpes. Porque si es cierto que hay muchos que se pasan de la raya, también es cierto que hay mucho maltrato infantil, pero hay que hacerle seguimiento a esos casos específicos, ello requiere más profesionales para esas áreas.
Mi llamado es a estudiar más a fondo el tema, no es solo el hecho de prohibir reprender a un hijo con un golpe, detrás de ello hay muchas cosas que causan a los niños, niñas y adolescentes a actuar de formas indebidas, así como pueden haber muchas razones sociales, económicas y psicológicas detrás de un padre para excederse en los golpes, hay mucho que estudiar y analizar porque esta ley puede perjudicar buenos padres o madres que sólo estén pasando un mal momento.