Por Antonio Pedro Tejera Reyes
Del Grupo de Expertos de la Organización Mundial del Turismo. UNTWO.
Diploma de Honor. Unión de Escritores y Periodistas de Turismo Helénicos. FIJET
Conseiller International, Asociación Internacional de Prensa Turística. AIST.
Pluma de Oro de Rotary Internacional. Puerto de la Cruz Tenerife. Islas Canarias

“La ilusión de viajar es consuetudinaria en el ser humano, cercenarla con intenciones políticas es una costumbre frecuente en algunos países poco fiables. Sembrar dudas o recelos en la libertad de viajar, es una práctica contraria al desarrollo del bienestar y la calidad de vida saludable de la sociedad mundial”.

UNA HISTORIA REPETIBLE

Impulsado por la intensa promoción que está haciendo Javier Rerverte, sobre la literatura de los viajes, los miles de recuerdos de nuestras correrías por esos mundos de Dios, nos traen hoy vivos recuerdos que ilusionados queremos compartir con nuestros lectores.

Lo hemos tratado ya en otras ocasiones, nuestros periplos han tenido en la mayoría de los casos, una relación directa con los estudios y la investigación alrededor de ese movimiento social que se denomina turismo.

Fue primero nuestra relación con los Skal Club lo que nos llevaría a varias ciudades españolas donde los amigos del turismo organizaban tremendos encuentros, que tuvieron su cúspide en Canarias en el año 1963 con la celebración del XXIV Congreso Internacional de los Skal Clubs, acontecimiento en que participamos desde un año antes, con nuestra periódicas reuniones en el Hotel Mencey, y algunas en el Hotel Santa Catalina de Las Palmas, para preparar el más exitoso congreso que había tenido la citada asociación mundial, origen y principio del turismo moderno en las islas que se dieron a conocer a quienes tenían en aquel entonces las posibilidades económicas de viajar. Las compañías aéreas era otra cosa. Su estructura económica les permitía ofertar hasta un 75% de descuento en sus pasajes, a los que participábamos en congresos, convenciones o los llamados “viajes de incentivo”.

Con esos bagajes comenzamos a conocer autoridades y personajes importantes del turismo español.

LOS CONGRESOS DE LA COTAL

Vendrían luego los multitudinarios congresos de la Confederación de Organizaciones Turísticas de América Latina, COTAL que coparon la atención de las empresas de turismo mundiales durante los años 60-70 del pasado siglo.

En su congreso en Panamá, acudieron más de 3.000 personas. Era el punto de encuentro de los empresarios y promotores turísticos de aquellos tiempos, y claro está, de los gobernantes de los países que comenzaban a ver “el queso en la tostada” con la importancia que el turismo significaba para sus países. Hasta el Gobernador del Estado Monagas, Guillermo Call, lo tuvimos presente en un congreso de la COTAL, sin saber bien a ciencia cierta qué es lo que buscaba en aquel evento fundamentalmente turístico, cuando acá en Maturín, capital de ese estado venezolano, el turismo era algo más que desconocido pese a los grandes esfuerzos que hizo en su día nuestro querido amigo, lamentablemente fallecido hace solo unas días, Andrés Viera García, que en su momento – años atrás – había asistido como alumno al I Curso de Cultura Turística de América Latina, que impartimos en Venezuela, y del que algo parecía haberle quedado presente.

Caracas, Lima, Panamá, Buenos Aires y hasta Cancún – en época más moderna – fueron punto de encuentro en los congresos de la COTAL, del personal involucrado a nivel mundial en el desarrollo del turismo, que hasta llegó a celebrar una EUROCOTAL en Viena en el año 1974.

Eran tiempos en que la promoción turística se hacía mediante folletos, conferencias ilustradas con diapositivas o películas súper ocho, con buenos oradores y personajes muy bien preparados sobre los destinos que ofrecían. Tiempos para recordar, que vivimos intensamente.

LLEGÓ LA CONPEHT

Entramos en otra dinámica, precisamente nacida por esa vinculación al mundo del turismo, con la fundación de las escuelas de turismo en Tenerife y Las Palmas, “contra viento y marea”.

A los profesionales del turismo de aquellos años sesenta, el llevar la profesión sustentada en la práctica de saber manejar una cocina, o los socorridos manuales ABC de las agencias de viajes, todo lo que tuviese olor a “académico” les olía a disparate. Fue una ingente tarea convencerles de los beneficios que ello suponía. Nosotros, en Canarias lo tuvimos fácil, no sin mucho trabajo e incomprensiones.

En la parte política el Cabildo de Tenerife rechazó nuestra oferta de crearle la Escuela de Turismo propiedad de la institución con el apoyo de la Delegación del Ministerio de Información y Turismo, nos convertimos en empresarios fundadores de estas escuelas, a las que, paradojas del destino, más tarde el propio presidente del Cabildo de Tenerife, matricularía a su hija. Fueron tiempos de extraordinaria importancia para las islas en su desarrollo del turismo en que muy buena parte la tuvo nuestro particular ilustre amigo el catedrático Leoncio Alfonso Pérez, que ya se vinculaba con el turismo, al que ofrecimos la dirección del citado proyecto y en el que nos acompañó hasta el año 1976 en que decimos emigrar a Venezuela por motivos puramente personales.

Llegó la Conpeht. Con un largo periplo alrededor de las enseñanzas del turismo, fuimos a parar a la Confederación Panamericana de Escuelas de Hostelería y Turismo (CONPEHT) donde nuestra labor durante muchos años, quedó señalada para la historia, sin que al parecer los anales de sus inolvidables congresos tengan una relevancia y difusión como en aquellos años 90 del siglo pasado y los primeros de la época de los 2000.

Inolvidables secuencias que llevamos a innumerables reportajes, con sus congresos desde Colombia, Chile, Perú, Nicaragua, Dominicana, Brasil, etc. todo un recorrido viajero cargado de anécdotas y vivencias que hoy son algo más que un recuerdo, ya que el solo traerlos a la memoria es revivirlos en toda la dinámica que ha ilustrado nuestra vida.

VIAJAR, EL MUNDO DE LA ILUSIÓN

A estas fechas, esta actividad viajera, como decimos signada por grandes jornadas de trabajo, nos trae el recuerdo las célebres ferias turísticas de FITUR, la World Travel Market, la ITT de Berlín etc, sin olvidar las jornadas de estudio en el centro de formación de la UIOOT, en Torino, o nuestros brillantes cursos de cultura turística en Venezuela, Colombia, Brasil o Paraguay. Valores inenarrables de formación profesional que atesoramos en nuestro currículo, como ese tesoro del título de Honorable que nos concediera la UIOOT, o el de Magister Scentiae, Dr. en Ciencias Turísticas Internacionales, que no son otra cosa que el reconocimiento tácito de una vida entregada al desarrollo de las enseñanza del turismo, con miles de alumnos que han conformado nuestro quehacer, junto a los cientos de americanos que tuvieron la ocasión invalorable de formarse dentro de los cánones educativos técnico formativos que creamos junto a la Universidad para La Paz, de las Naciones Unidas, con quienes firmamos un convenio inigualable que dio lugar a que Canarias fuese punto de llegada de esas estudiantes avanzados cuya amistad hoy nos honra y que son todo un fruto de una formación bien pensada y estudiada bajo el signo del estudios de las necesidades futuras de las generaciones venideras.

EL MUNDO DE LA ESPERANZA

Impulsados hoy, por la tragedia que se vive en el mundo, nos ha parecido conveniente refrescarnos con algunas noticias edificantes, que aunque con sus muchas dificultades podemos hoy rememorar, olvidando las persecuciones políticas de los españoles, las envidias que suscitan nuestro trabajo, o las intrigas, robos, infidelidades, y hasta secuestros que tuvimos que soportar. Puro desperdicio que diría el Dr. Edwar Deming, el hombre que creó la filosofía de “la calidad total”, algo para rememorar que nos ha ayudado mucho en nuestro quehacer: calidad total.

El mundo de la esperanza lo hemos tenido siempre presente. “La esperanza me mantiene”, decía nuestro recordado ilustre profesor Pedro García Cabrera.

Eso, y el ambiente literario que nos hemos creado en los últimos años con señalados apoyos imperecederos, son los que nos traen hoy a estas líneas, agradeciendo al máximo los parabienes estimulantes que recibimos cada día por nuestro trabajo, el cual es un reflejo de la filosofía que nuestra actividad nos ha impuesto, desde la más auténtica cuna y vida familiar hasta nuestra extraordinaria relación con profesionales que han marcado nuestra existencia. Los principios de Rotary Internacional, nos iluminan.

Servir es mi obligación.