Este domingo el papa Francisco envió el mensaje de Pascua solicitando compartir las vacunas contra la Covid-19 con los países más pobres, para darle punto final a este virus.
Durante la homilía dijo en la basílica de San Pedro, antes de la bendición Urbi et Orbi (a la ciudad y al mundo), que «en el espíritu de un ‘internacionalismo de las vacunas’, insto a toda la comunidad internacional a un compromiso común para superar los retrasos en su distribución y para promover su reparto, especialmente en los países más pobres».
El papa también tramitó un mensaje de esperanza en la Vigilia Pascual del sábado por la noche, que «siempre es posible volver a empezar, porque existe una vida nueva que Dios es capaz de reiniciar en nosotros más allá de todos nuestros fracasos».
Además dijo que “¡Todavía hay demasiadas guerras y demasiada violencia en el mundo!”, y enumeró algunos de los conflictos más devastadores, como el de Siria, Yemen y Libia.
“La pandemia todavía está en pleno curso, la crisis social y económica es muy grave, especialmente para los más pobres; y a pesar de todo –y es escandaloso– los conflictos armados no cesan y los arsenales militares se refuerzan”, recalcó.
El pontífice pidió silenciar “el clamor de las armas en la querida y atormentada Siria, donde millones de personas viven actualmente en condiciones inhumanas, así como en Yemen, cuyas vicisitudes están rodeadas de un silencio ensordecedor y escandaloso, y en Libia, donde finalmente se vislumbra la salida a una década de contiendas y enfrentamientos sangrientos”.
También mencionó a los que en Birmania, donde hace dos meses se produjo un golpe de Estado y los militares reprimen con sangre las protestas, “están comprometidos con la democracia, haciendo oír su voz de forma pacífica”.
Pidió a la comunidad internacional ayudar al “pueblo libanés, que atraviesa un período de dificultades e incertidumbres” y que “israelíes y palestinos vuelvan a encontrar la fuerza del diálogo para alcanzar una solución estable”, insistiendo en una solución con dos Estados independientes.
En su mensaje, el papa elogió “el camino de pacificación que ha emprendido” Irak, donde estuvo en marzo en una visita histórica, y fustigó “la violencia interna y el terrorismo internacional” en el Sahel y en Nigeria. Al mismo tiempo, pidió la liberación de los prisioneros en los conflictos de Ucrania y Nagorno Karabaj. (S. R.)