El papa Francisco abogó este mes de febrero por las “mujeres religiosas, las mujeres consagradas. ¿Qué sería la Iglesia sin las religiosas y laicas consagradas? No se puede entender la Iglesia sin ellas”.
El pontífice animó a las religiosas “a seguir trabajando con los pobres, con los marginados, con todos los que están esclavizados por los traficantes; especialmente les pido que incidan en esto”.
“No se desanimen. Sigan dando a conocer la bondad de Dios a través de las obras apostólicas que hacen. Pero sobre todo a través del testimonio de consagración. Recemos por las mujeres religiosas y consagradas, agradeciéndoles su misión y valentía, para que sigan encontrando nuevas respuestas frente a los desafíos del tiempo actual”, dijo.
Y concluyó agradeciendo todo lo que ellas hacen “por lo que son, por lo que hacen y por cómo lo hacen”.
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