Los 91.553 espectadores que se dieron cita en las gradas del Camp Nou para disfrutar de la vuelta de los cuartos de final de la Champions League femenina entre Barcelona y Real Madrid suponen la mayor asistencia de la historia para un partido de fútbol femenino en la historia, superando los 90.185 que se dieron cita en la final del Mundial de 1999 entre Estados Unidos y China.
Fue una jornada festiva para el aficionado del Barcelona y del fútbol femenino en general. Después de que la Ciudad Condal amaneciera con lluvia y caras largas, la metereología respetó tanto en la previa como en el desarrollo del partido. La afición respondió con creces a la llamada del club -chapeau por la promoción- y acudieron en masa a la Puerta 7 para recibir a los autobuses de los dos equipos a su llegada al Camp Nou. Miles de personas, entre ellos muchas mujeres y niños, ondearon sus banderas y bufandas alentando a las azulgrana en su llegada al coliseo azulgrana, animando con cánticos e incluso atreviéndose a prender alguna ventana que dio colorido al escenario. Algunos pitos e indiferencia para el autobús blanco, copartícipe en el espectáculo.
Aunque hubo diversas actividades organizadas en los aledaños del Camp Nou (partidillos de 3×3, photocalls, charanga…) la afición aguardó filas para entrar en el estadio. Todo el mundo quería su fotografía con el verde de fondo inmortalizando el momento, así que fue raro el aficionado que no llevaba en las manos su teléfono móvil. El speaker Bernat Gascón y la actriz Sílvia Abril amenizaron la previa del encuentro interactuando con los aficionados y leyendo un manifiesto en pro de la igualdad.
Vuelta al estadio
Durante el partido, la afición no dejó de animar y alentar a sus jugadoras. Ayudaron los siete goles que las protagonistas firmaron sobre el verde. Hubo mosaico, juego de luces y cánticos diversos. Al acabar hubo tiempo para que las jugadoras azulgrana dieran la vuelta al estadio saludando a los presentes. No se trataba de un título, pero igual la conquista vale como tal.
La entrada supera en 1.368 espectadores a la final del Mundial de 1999 que enfrentó a Estados Unidos y China en el estadio Rose Bowl de Pasadena, que hasta la fecha era el récord absoluto en un partido de fútbol femenino, y en 30.814 al choque de Liga entre Atlético de Madrid y Barcelona en el Wanda Metropolitano de Madrid en 2019 que hasta la fecha era la mejor asistencia a nivel de clubes.
Fuente: marca.com