Al cuerpo le agrada el movimiento. No estamos diseñados para permanecer sentados ocho horas al día, y el sedentarismo tiene consecuencias en la salud. De hecho caminar rápido es de las mejores actividades físicas que existen y un nuevo estudio confirma que puede retrasar el envejecimiento.

El informe se realizó con una base de datos genéticos para demostrar la relación que hay entre la velocidad al caminar y la edad. Los resultados se publicaron en la revista Communications Biology.

Caminar más rápido puede retrasar el envejecimiento de tu cuerpo hasta 16 años
Anteriormente, la evidencia científica arrojó conclusiones relevantes sobre caminar rápido y el estado de salud. Por ejemplo, un ritmo lento a los 40 años se relaciona con indicadores de envejecimiento acelerado; y un volumen cerebral total más bajo, según un informe publicado en JAMA Networks.

Otro dato es que 10 minutos de caminata rápida diarias pueden incrementar la esperanza de vida hasta tres años.

Para confirmar la relación entre la velocidad al andar y la ralentización del envejecimiento, los investigadores de la Universidad de Leicester analizaron los datos genéticos de más de 400,000 adultos de Reino Unido.

El principal hallazgo es un vínculo causal claro entre el ritmo de la caminata y un marcador genético de la edad biológica. De este modo, se estima que practicar caminatas rápidas podría reducir en 16 años la edad biológica.

Es una de las primeras investigaciones que comparan datos genéticos con velocidades de caminata autoinformadas. También se incluyeron mediciones reales de la intensidad del movimiento con dispositivos de rastreo.

Caminar más rápido se asoció con el telómero más largo. Es decir, las tapas en los extremos de cada cromosoma con secuencias repetitivas de ADN y que protegen del daño celular, son mayores. Cuando las células se dividen, estos telómeros se acortan, un potente marcador de la edad biológica de cada individuo.

La diferencia entre los clasificados como caminantes rápidos y lentos fue una diferencia de 16 años, según la longitud de los telómeros, dice la investigación.

Los investigadores habían averiguado previamente que las personas que caminan a paso rápido tienen una esperanza de vida de hasta 20 años más en comparación con las personas que van lento.

Múltiples estudios destacaron previamente las bondades de llevar un estilo de vida activo para combatir los efectos del envejecimiento, como la aparición de daño cardíaco, pérdida de memoria y deterioro cognitivo.

Fuente: businessinsider.mx