La rumana inclinó a Haddad Maia en otro partido muy físico. Llevando cada encuentro a su terreno, Simona será la próximo número #6 del mundo tras campeonar en Toronto.

Simona Halep está de vuelta. Por si les faltaba una confirmación oficial, el título en el WTA Toronto 2022 es la mejor señal de que la rumana está volviéndose a ganar su lugar en la élite. Beatriz Haddad Maia no era la rival más fácil: la carioca llegó a sacar el látigo de su derecha en repetidas ocasiones, llegó incluso a dominar a la tenista centroeuropea… pero no consiguió aguantar el ritmo infernal de Simona en un duelo que volvió a irse hacia el terreno de lo físico, en un partido que Halep volvió a llevar al barro. En un tercer set en el que llegó a todo e hizo jugar a Bia siempre un golpe más, la brasileña terminó por claudicar ante el empuje del público rumano (6-2, 2-6, 6-3).

Comenzó el duelo con una Simona con dificultades para arrancar la máquina. Ambas aficiones, tanto la carioca como la rumana, hacían muchísimo ruido en una Pista Central de Toronto absolutamente abarrotada. Sería Bia quien hiciese sangre por primera vez, pero solo diez minutos le bastaron a Halep para empezar a encontrar su tenis. Sólida como una roca y con un objetivo: masacrar el revés de la brasileña. Razones más que de peso para llevarse el partido a su terreno, al fango, a batallas enormes desde el fondo de la pista en la que anulaba el mejor golpe de Haddad Maia. Sin la derecha a su disposición por una cuestión táctica, la carioca fue incapaz de encontrar regularidad con su revés, lo que facilitaba alguna que otra bola corta que Simona empleaba para atacar. Se llevaba los puntos medios y también los largos, y eso le acabó dando el primer set.

UN PRIMER JUEGO QUE LO CAMBIÓ TODO

Sabía Haddad Maia que tocaba hacer algunos retoques si no quería despedirse de la final por la vía rápida. Y los hizo, vaya que si los hizo, aunque fue el juego inicial el que le devolvió la confianza, el que la hizo volver a creer en el título. Tras una serie de puntos muy reñidos, con subidas a la red, que permitieron a Maia hacer rotura de inicio, el segundo set se convertería en un monólogo. Halep retrasó su posición un poco y ahora era la carioca quien castigaba con su derecha, además de recobrar la consistencia con su revés, esperando la oportunidad para soltar los golpes con los que inclinaría el segundo parcial. Si el primer set duró casi 50 minutos, éste se finiquitaría en apenas 35: ahora era Bia quien finiquitaba los puntos por la vía rápida, quien conseguía penalizar a Halep con golpes planos que, además, ponían muy nerviosa a la rumana. Le tocaba encauzar el barco de cara a un tercer parcial en el que, además, debía dar cuenta de su asignatura pendiente: volver a meter mucho más primero dentro (el segundo estaba siendo masacrado).

HALEP VUELVE A SU ESTILO

Y en el tercer set todo pareció volver a la normalidad. Bajo el incesante sol de Toronto, con la torcida rumana animando aún más, Simona buscó de nuevo controlar la narrativa de la mejor forma que sabe: jugando profundo, devolviendo absolutamente todo, llevando al límite a la brasileña. Haddad Maia aguantó varios envites, apretó la intensidad y tuvo tramos en los que su derecha fue el mejor golpe del partido, pero no fue suficiente ante la muralla humana que se plantó delante en el tercer set. Se convirtió en el correcaminos Simona Halep, suficiente para extenuar a Haddad Maia, a hacerla dudar y sumar errores en su cuenta de errores no forzados. A base de paciencia, de resiliencia, sacando la Halep más clásica, la rumana se acabaría llevando el gato al agua. Suma un nuevo título, se coloca seis del mundo y confirma su vuelta a la élite. Nunca digan no a una Halep motivada… y este título es la culminación de todo su trabajo.

Fuente: puntodebreak.com