Francisco también mencionó la beatificación de María Concepción Barrecheguren y García, celebrada en la ciudad española de Granada.

El papa Francisco celebró este domingo la beatificación de Jacinto Vera, el primer obispo de Uruguay, en el estadio Centenario de Montevideo, durante la oración del Regina Caeli.

«Queridos hermanos y hermanas. Ayer se celebraron dos beatificaciones. En Montevideo (Uruguay) fue beatificado el obispo Jacinto Vera, que vivió en el siglo XIX. Pastor solícito de su pueblo, dio testimonio del Evangelio con generoso celo misionero, favoreciendo la reconciliación social en el tenso clima de la guerra civil», dijo el pontífice a los fieles congregados en la Plaza San Pedro del Vaticano.

Francisco también mencionó la beatificación de María Concepción Barrecheguren y García, celebrada en la ciudad española de Granada el día anterior.

«¡Un aplauso a los dos beatos!», entonó.

Con una multitudinaria misa llevada a cabo en el estadio Centenario de Montevideo, la Iglesia católica de Uruguay celebró el sábado la beatificación de Jacinto Vera, primer obispo del país.

El acto contó con la participación de miles de personas que llegaron desde distintos puntos del país y se ubicaron en la tribuna Olímpica, debajo de la histórica Torre de los Homenajes.

Entre los participantes estuvieron allí el presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, y la vicepresidenta, Beatriz Argimón, además de los exmandatarios Luis Alberto Lacalle Herrera (1990-1995) y José Mujica (2010-2015).

En mayo de 2015, el papa Francisco aprobó el decreto con el que se reconocieron las «virtudes heroicas» de Jacinto Vera.

Dos años y siete meses después reconoció un milagro que habilitó dicha beatificación. Este fue la curación de una niña de 14 años, quien sufrió una grave infección tras una operación.

Nacido a bordo de un barco en 1813 e hijo de padres originarios de las Islas Canarias (España), Vera decidió a los 19 años iniciar los estudios eclesiásticos y enseguida se trasladó a Buenos Aires para estudiar en el colegio de los jesuitas.

El 14 de diciembre de 1859, asumió como vicario apostólico de Uruguay y tres años después sufrió el destierro por parte del Gobierno, motivo que lo llevó nuevamente a Buenos Aires.

Diez meses después retornó a Montevideo, en 1865 fue consagrado obispo y en 1879 asumió como primer obispo de Montevideo. Dos años después, el 6 de mayo de 1881, Jacinto Vera falleció durante una misión que llevaba a cabo en el departamento (provincia) de Maldonado.

Fuente: EFE