El Senado controlado por los republicanos rechazó el martes un intento de los demócratas para obligar a la Casa Blanca a entregar más documentos y pruebas, un indicio de que el tercer juicio político de la historia de Estados Unidos podría avanzar de manera favorable para el presidente Donald Trump.
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El juicio político comenzó oficialmente con los senadores votando 53-47, alineados por partidos, en contra de una moción del líder demócrata Chuck Schumer para obtener documentos de la Casa Blanca relacionados con los tratos de Trump con Ucrania.
La jornada había partido con el principal defensor legal atacando el caso como infundado y un importante legislador demócrata describiendo pruebas sobre las irregularidades de Trump.
Los demócratas han pedido al Senado controlado por los republicanos que retire a Trump de su cargo por presionar a Ucrania para que investigue al ex vicepresidente Joe Biden, un rival político, y obstruir una investigación sobre el asunto.
Trump, quien fue acusado el mes pasado por la Cámara de Representantes de mayoría demócrata por abuso de poder y obstrucción del Congreso, niega haber actuado mal y argumenta que el juicio político es un intento partidista para evitar su reelección.
Frente a las cámaras de televisión, el presidente del Tribunal Supremo de Estados Unidos, John Roberts, convocó el proceso y las dos partes comenzaron a discutir sobre las reglas propuestas para el juicio por el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell.
El abogado de la Casa Blanca, Pat Cipollone, quien lidera la defensa de Trump, atacó los fundamentos de la acusación de los demócratas porque, dijo, no alcanzaban el estándar de destitución que fija la Constitución de Estados Unidos.
“No hay absolutamente ningún caso”, dijo.
El demócrata Adam Schiff, quien encabezó la investigación de juicio político de la Cámara de Representantes, resumió los cargos contra Trump y dijo que el presidente republicano había cometido una “trifecta de faltas constitucionales que justifican el juicio político”.
Los demócratas quieren que testifiquen varios funcionarios y exfuncionarios del Gobierno de Trump, incluido el exasesor de seguridad nacional John Bolton.
Los demócratas quieren que testifiquen varios funcionarios actuales y anteriores del gobierno de Trump, incluido el exasesor de seguridad nacional de Trump, John Bolton.
“A pesar de todos los insultos y los señalamientos del abogado del presidente, no escuchamos un solo argumento sobre los méritos, sobre por qué no deberían presentarse los documentos y testigos que solicitamos en este juicio”, dijo Schumer.
El presidente del Senado, Mitch McConnell, dio a conocer un plan el lunes para lo que sería un juicio posiblemente rápido sin nuevos testimonios o pruebas.
La propuesta de McConnell le habría dado a los fiscales de la Cámara de Representantes y a los abogados de Trump 48 horas, divididas equitativamente, para presentar sus argumentos durante cuatro días.
El plan cambió para dar a cada parte tres días para los argumentos iniciales durante dos períodos de 24 horas. Las reglas también permitirán que la investigación de la Cámara sea admitida como evidencia en el juicio, como habían exigido los demócratas.
Los demócratas acusaron a McConnell de tratar de manipular con sus reglas el juicio que, según dijeron, evitaría la presentación de testigos y prohibiría la evidencia reunida por los investigadores.
McConnell ha dicho en repetidas ocasiones que las reglas son las que el Senado usó en el juicio político al entonces presidente demócrata Bill Clinton en 1999.