Es el hombre más rico del mundo. Jeff Bezos, fundador y presidente de Amazon, se ha convertido en el primer millonario de la historia en alcanzar la barrera de las 12 cifras. Según la lista anual que publica la revista Forbes, Bezos acumula una fortuna de 100.440 millones de dólares.
“Trabaja duro. Diviérte. Haz historia”
Una cifra exorbitante también para este emprendedor visionario que ha conseguido hacer realidad sus sueños de juventud, sin trucos ni carambolas.
Su historia empresarial es un relato cargado de aforismos que ahora tratan de explicar las claves del éxito de la empresa líder del eCommerce mundial (o como convertirse en Jeff Bezos), pero detrás de esa lección de liderazgo hay una biografía tan reveladora como los logros que ha ido sumando.
Jeff Bezos es el creador de Amazon, el fundador de Blue Origin y, desde 2013, el propietario del Washington Post; un hombre ambicioso, apasionado, persuasivo, paciente, severo, con los pies en el suelo y la cabeza en el futuro.
Pero también es el hombre que le dió fama mundial al apellido de una familia emigrante de Villafrechós, un pueblo de 500 habitantes, de Valladolid, que el cienmilmillonario visitó en privado en 2011 para conocer los orígenes de su padre adoptivo.
“Es más difícil ser amable que ser inteligente”
El dueño de ‘la tienda de los sueños’ (The Everything Store: Jeff Bezos and the Age of Amazon, de Brad Stone) nació en enero de 1964 en Albuquerque, Nuevo Mexico. Su madre, Jacklyn Gise, tenía 17 años y una relación con Ted Jorgensen que apenas duró unos meses tras el nacimiento de su hijo.
Jeff nunca conoció a su padre biológico. Miguel ‘Mike’ Bezos, un cubano inmigrante, que acabaría ganándose la vida como ingeniero de la ExxonMobil, ocupó su lugar al casarse con Jackie poco tiempo después. Se convirtió en su padre natural. Lo adoptó y le dió su apellido, así que Jeffrey Preston creció como Bezos junto a sus hermanos Mark y Christina. Primero en Albuquerque, más tarde en Houston y Miami.
Pasaba los veranos en el rancho que sus abuelos maternos tenían en Cotulla, Texas. Ahí aprendió a cuidar del ganado y a combatir el aburrimiento con juegos de cálculo y probabilidades. ¿Cuánto oxígeno consume una persona?, ¿cuánto gasta en comida cada miembro de la familia? ¿cuántos años de vida puedes perder por culpa del tabaco? Nueve años, le dijo a su abuela Mattie que iba a desperdiciar si seguía fumando así, sin saber que ya tenía cáncer. Al escucharlo, la mujer se echó a llorar: “es más difícil ser amable que ser inteligente”, le explicó su abuelo.
“Queda mucho por inventar”
Lawrence Gise fue una gran influencia durante su aprendizaje. Junto a él descubrió el interés por la ciencia y por los cohetes espaciales, también demostró su habilidad para la mecánica e incluso para los negocios, fuera del rancho familiar. La prueba está en que antes de acabar el colegio creó un campamento para incentivar la lectura infantil. Costaba 600 dólares y consiguió que seis niños se apuntaran.
Jeff Bezos fue un niño brillante, ingenioso e inconformista, apasionado por los aparatos eléctricos. Desmontó su cuna con un destornillador para dejar bien claro que quería dormir en una cama de verdad, ideó un sistema de alarmas electrónicas para evitar que sus hermanos pequeños se acercaran a su habitación y soñó con una sistema de hoteles, parques de atracciones y colonias espaciales orbitando alrededor de la Tierra.
Sigue empeñado en conseguirlo. Cada año vende acciones de Amazon por valor de 1.000 millones de dólares para financiar Blue Origin, un proyecto que puso en marcha en el año 2000 para desarrollar cohetes que permitan viajes comerciales al espacio a un coste asequible. Y no solo eso, también planea llegar a la Luna, crear una base permanente y hacer funcionar un servicio de mensajería similar al de Amazon.
“Quiero ayudar a la gente aquí y ahora”
Pero además de su ambición aeroespacial, de su destreza para las matemáticas y de un talento natural para casar tecnología y negocios, Bezos es un fanático de Star Trek al que le gusta invertir en casas (posee casi una docena en Estados Unidos y es el 25º propietario de tierras del país, según Land Report) y en “maravillas extraordinarias” como el reloj de los 10.000 años, un reloj monumental de 150 metros de altura que simboliza el «pensamiento a largo plazo» y que espera poder anunciar la llegada del año 10.000 en las profundidades de una montaña en el oeste de Texas.
Su patrimonio se lo permite: acomodar negocio y filantropía, ganar y regalar dinero, hacer realidad sus proyectos futuristas y, de paso, la vida más fácil a la gente. Aunque en este intento muchos creen que tiene que ser más convincente: su riqueza crece más y mejor que sus propósitos altruistas.
Bezos es el único de los cinco estadounidenses más ricos que no se ha comprometido a donar la mayoría de su fortuna dentro de la iniciativa The Giving Pledge, impulsada por Bill Gates y Warren Buffett: nunca ha estado entre los 50 mayores donantes del país ni tiene una fundación personal que le permita canalizar su dinero hacia obras sociales.
La Bezos Family Foundation es la única institución que representa el compromiso filantrópico de la familia. Contribuye a proyectos de educación e investigación y está presidida por Jackie y Mike Bezos, que a estas alturas saben más de donaciones benéficas que Jeff y su esposa Mackenzie.
Bezos busca su propia estrategia para ayudar a corto plazo y obtener resultados inmediatos. Pidió ideas a través de Twitter para arreglar el mundo con su dinero, pero falta ver qué respuesta reciben los cientos de sugerencias que llegaron a su buzón, relacionadas con el medio ambiente, las políticas de género, salud, educación y libertad sexual. De momento, parece más centrado en el universo Bezos y en agigantar sus propios proyectos.
“El cliente es lo primero. Inventa. Y sé paciente”
Tres ideas que mantiene y que culminaron en el éxito de Amazon, su plan personal para no perderse el comienzo de Internet.
Como buen forofo de los ordenadores y la tecnología había estudiado Ciencias Informáticas e Ingeniería Electrónica en la Universidad de Princeton, New Jersey. Se graduó en 1986 y pronto comenzó a trabajar, primero como programador y más tarde como analista financiero en una compañía de inversiones que aceleró su interés por el mercado, pero al descubrir que Internet crecía a un 2.300% anual en número de usuarios, decidió dar un giro a su vida.
Dejó atrás Wall Street sin miedo a arrepentirse y cruzó el país junto a su esposa Mackenzie para planificar su propio negocio online. En 1994 se reunió con 60 familiares, amigos y posibles inversores para persuadirlos de que invirtieran 50.000 dólares en su idea revolucionaria de crear un punto de venta de libros por Internet. Solo convenció a 22, entre ellos sus padres (que confiaron 300.000 dólares al proyecto) y sus hermanos. A cada uno les asignó menos del 1% de las acciones de la compañía, un porcentaje que hoy los hace millonarios, si es que si todavía lo conservan.
Desde el garaje de su casa en Seattle puso en marcha Cadabra, una librería online que vendió su primer libro en 1995. Pronto se convirtió en Amazon para vender casi de todo y escapar de la sombra funesta de un nombre que sonaba casi igual que ‘cadáver’. Salió a Bolsa, creció y cayó para volver a disparar sus resultados, revolucionar el eCommerce mundial y señalar el carácter del imperio de Bezos.
Es mucho más que un negocio minorista, opera en nueve de los 10 sectores industriales más grandes de los Estados Unidos y ha convertido a Jeff Bezos en el hombre más rico del mundo.
5 lecciones de gestión empresarial de Jeff Bezos
¿Cuál ha sido la receta para ir del garaje de casa a la Bolsa de Nueva York? Veremos algunos de los ingredientes de Bezos.
1. Si no vas a competir por precios, centra tu negocio en la personalización
Amazon utiliza una tecnología de filtros asociativos que permiten mostrar artículos al usuario en función de su historial de compra y navegación. Es tan avanzado que a partir de los libros que compran infieren incluso qué tipo de música te gustará y te la recomiendan.
2. La mano de obra reducida o la «regla de las dos pizzas»
De acuerdo con las pautas de gestión empresarial Jeff Bezos, para una pyme que está empezando lo ideal es mantener un equipo pequeño de colaboradores. Un grupo de 5 a 7 personas seleccionadas con inteligencia, afines y profundamente comprometidos con el negocio. Un equipo al que puedes alimentar con dos pizzas, esa es la cantidad justa. Aunque en enero de 2015 la compañía tenía más de 154.000 empleados a nivel global, la cantidad se verá reducida pues Bezos sueña con una flota de drones que entregue sus comandas y sustituya la flota de camiones.
3. Espía de cerca a tu competencia
Amazon tiene bots (robots) que estudian los precios de sus competidores y así la compañía ajusta los suyos. También tiene una unidad de negocio llamada Inteligencia Competitiva que compra grandes volúmenes de productos a los competidores para analizar al detalle sus procesos de venta. Gracias a su feroz relación con la competencia Amazon compró a Diapers.com (Quidsi) por un precio a la baja y antes le hizo la guerra online con los precios.
4. La atención al usuario debe ser impecable
El centro del negocio de Amazon son los clientes. Ellos influyen en las decisiones de la compañía y son el foco de las operaciones. Igualmente Jeff Bezos considera muy importante responder de forma inmediata y eficaz a las reclamaciones de los usuarios. De hecho, su email corporativo está disponible (jeff@amazon.com) para recibir las impresiones de los clientes sobre la empresa. Ante cualquier incidencia no resuelta envía a sus colaboradores un email con un solo carácter: “?” Este signo de interrogación causa mucha tensión en el staff cuando aparece en su bandeja de entrada.
5. La visión de futuro de Jeff Bezos
Cuando en 1993 Jeff Bezos descubrió en un informe que Internet estaba creciendo en un 2.300% por año en cantidad de usuarios, decidió que ahí estaría su futuro. En 1994 renunció a su cargo de vicepresidente en D.E. Shaw & Co, una compañía de inversiones financieras en Wall Street. Y en 1995 montó un negocio online centrado en la venta de libros.
¿El motivo? Básicamente que es un amante de la lectura y además porque tras revisar una lista de 20 posibles productos para vender online, los libros contaban con millones de productos disponibles y en crecimiento. Jeff Bezos nos ha enseñado a analizar el presente, reconocer el terreno fértil pero inexplorado y apostar por lo diferente con un pensamiento innovador y a largo plazo. Así proyectó un futuro próspero para Amazon y hoy recoge los frutos.
Según datos de la revista Forbes, gracias a la Bolsa, en un solo día Jeff Bezos llegó a ganar 5.000 millones de dólares. (Unos 4.650 millones de euros).
Frases célebres de Jeff Bezos sobre Amazon.com
Para terminar, te dejamos una serie de frases célebres de Jeff Bezos, que nos sirven para comprender un poco más la forma de pensar de un hombre que con su estilo de gestión empresarial ha llegado a ser considerado el rey del eCommerce mundial.
- «Sé el primero en un gran mercado.»
- «Es correcto equivocarse, pero no es correcto ser tímido.»
- «Deseamos plantar semillas y dejarlas crecer –y somos testarudos en nuestra decisión.»
- «Cuanto más fuerte sea nuestro liderazgo en el mercado, más poderoso será nuestro modelo de negocio.»
- «Nos sentimos bien por lo que hemos hecho y estamos aún más emocionados por lo que queremos hacer en el futuro.»
- «Creemos que una medida esencial de nuestro éxito es el valor para los accionistas que creamos a largo plazo.»
- «Tuvimos tres ideas hace muchos años, que son la razón de nuestro éxito: El cliente es lo primero. Inventa. Y sé paciente»
- «Si no puedes tolerar las críticas, no hagas nada nuevo ni interesante»