El presidente transmite confianza al técnico en una charla entre ambos
FUENTE: MARCA
Llegó el día. El Clásico asoma y el Real Madrid cierra filas. Saben de la importancia del partido y lo mucho que hay en juego. Una derrota pondría en peligro la estabilidad en todos los sentidos hasta final de temporada y una victoria significaría recuperar la autoestima perdida en las últimas semanas.
Todo lo sucedido han convertido el Real Madrid-Barcelona en algo más que un partido.
Y los primeros en entenderlo han sido presidente y primer entrenador de la entidad madridista. Florentino Pérez y Zinedine Zidane hablaron el pasado jueves con el único fin de que el técnico y, por extensión el equipo, se sienta arropado y apoyado por la entidad. No hay otra. Ha llegado el momento de la verdad y desde el club lo único que se pretende es cerrar filas alrededor de jugadores y técnicos.
El presidente blanco suele tener por costumbre eso de bajar al vestuario nada más terminar los partidos y en tras el Manchester City se encontró un vestuario tocado, de ahí los intentos de recuperar la moral de todos.
El gesto y la confianza que trae de la mano la charla del jueves no pasa de ser más que una ayuda moral, pero necesaria al máximo en los momentos complicados que está pasando el Real Madrid tras la pérdida del liderato y la derrota ante el Manchester City.
Zidane sabe que el futuro de cualquier entrenador pasa por los resultados. El técnico se siente respaldado, pero estas ayudas morales sientan bien a cualquiera. El francés ha reconocido haber cometido errores y ahora todavía está a tiempo de subsanarlos y que todo vuelva a la normalidad en la que vivía el Real Madrid hasta los primeros días de febrero.