La pandemia del COVID-19 puede afectar de diferentes formas a los pacientes, y estos órganos son los más afectados por esta enfermedad.
FUENTE: DEPORTE Y VIDA
Continúan los intentos por hallar una cura para la pandemia del COVID-19. Según avanzan los días, el virus se expande con rapidez por todo el mundo, y a unas personas les afecta más que a otras, y es por ello que, a continuación, os mostraremos cómo afecta el virus a los pulmones y al corazón.
Así afecta a los pulmones
El coronavirus puede ser letal para un paciente con alguna enfermedad pulmonar. Este provoca que cuando llegue a los pulmones, sus membranas mucosas se inflamen, a su vez dañando los alveólos pulmonares -que deben llevar a cabo su función de suministrar oxígeno a la sangre que circula por el cuerpo y eliminar el dióxido de carbono para exhalarse-.
La doctora Amy Compton-Phillips, jefa clínica del Sistema de Salud de Providence, señalaba que: «Si se inflama ahí, es mucho más difícil que el oxígeno nade a través de la membrana mucosa». La inflamación y el daño al flujo de oxígeno puede provocar que dichas áreas de los pulmones se llenen de pus, fluido y células muertas, lo que a su vez provocaría una neumonía.
Y así al corazón
El coronavirus podrá afectar al corazón de forma que lo sobrecargue. Pero también puede darse el hecho de que produzca un daño directo infeccioso e inflamatorio sobre el mismo. El doctor Juan Cosín apunta a miocarditis, que «puede empeorar la función de la bomba del corazón y empeorar el pronóstico del paciente».
Es importante señalar pues, que a las personas con patologías crónicas como la enfermedad cardiovascular les afectará gravemente el coronavirus. Si un paciente presenta una insuficiencia cardiaca, el corazón empeorará su funcionamiento.
Carlos Macaya, presidente de la FEC (Fundación Española del Corazón) apunta a que aquellos pacientes con enfermedad cardiovascular «tienen que extremar la adherencia al tratamiento médico y evitar la ingesta excesiva de líquidos para que no los retengan y no se desestabilicen».