FUENTE: REUTERS
Los casos de coronavirus en el mundo superaron los 2,5 millones el martes, según un recuento de Reuters, mientras que en Estados Unidos sobrepasaron los 800.000.
La cifra incluye más de 170.000 muertes, dos tercios de las cuales han sido reportadas en Europa.
Pasaron alrededor de 75 días antes de que se registraran los primeros 500.000 casos y solo seis días para el medio millón más reciente.
Los primeros 41 casos se confirmaron el 10 de enero, hace poco más de tres meses, y los nuevos se han acelerado a más de 70.000 por día en abril.
Estas cifras pueden compararse con los 3 a 5 millones de casos de enfermedades graves causadas por la influenza estacional al año, según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud.
Si bien los expertos afirman que los casos reales del nuevo coronavirus son probablemente más que los que muestran los registros actuales, el número aún está muy por debajo de la gripe española, que comenzó en 1918 e infectó a aproximadamente 500 millones de personas.
A pesar del creciente número de casos en la pandemia actual, hay signos de que la propagación del coronavirus se está ralentizando mientras muchos países ejercen medidas de cuarentena.
A principios de abril, la cifra total de casos creció a una tasa de 8%-9% por día y desde entonces se ha desacelerado a entre 3%-4% por día en la última semana.
En Europa se han reportado más de 1,1 millones de contagios, incluidos casi 400.000 en Italia y España, donde más del 10% de los casos informados han sido mortales.
América del Norte representa un tercio de todos los casos, aunque hasta ahora la región ha reportado tasas de mortalidad más bajas. Tanto en Estados Unidos como en Canadá, el 5% de los casos reportados han sido mortales.
Los casos en América Latina continúan creciendo más rápido que otras regiones y superaron los 100.000 en las últimas 24 horas.
En China, donde se cree que se originó el virus, los nuevos casos diarios han disminuido a menos de 20 por día en los últimos tres días y no se han reportado muertes esta semana.
Muchos países continúan experimentando una escasez de recursos para realizar pruebas y excluyen infecciones en hogares de ancianos, lo que reduce artificialmente el número de casos.